Irapuato, Gto. Preocupada, enojada y alarmada se encuentra la comunidad académica porque podría ponerse en riesgo el trabajo de décadas del país en ciencia y tecnología con las nuevas políticas del gobierno y sobre todo con la Ley de Humanidades Ciencia y Tecnología en la que buscarían centralizar los recursos, determinar qué y quiénes realizan o no proyectos y hasta dictaminar que los centros de investigación sean públicos, para luego reformarlos, desaparecerlos o extinguirlos.
Ello lo advirtió, Luis Herrera Estrella investigador destacado y galardonado a nivel nacional e internacional del Lamgebio, y ante esta incertidumbre podría darse fuga de cerebros a otros países.
En tanto en la plataforma Change.org inició la petición para echar abajo la Ley de Humanidades, que hasta esta tarde de jueves llevaba más de 6 mil firmas recabadas a favor.
El investigador, recordó que Andrés Manuel López Obrador en campaña se comprometió que la ciencia y tecnología “se convertiría en un eje de desarrollo para el país” y destinaría el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) pero no sucedió, “fue muy sorprendente, una mala señal para iniciar”.
Explicó que la Ley de Humanidades Ciencia y Tecnología que impulsaría María Elena Álvarez-Buylla Roces titular de Conacyt, “tiene una beligerancia terrible”, primero dicen que todo lo que se hizo en administraciones pasadas “es una corrupción” pero la misma “no fue discutida, sometida con la comunidad académica, no sabemos quién la preparó, pero está muy mal redactada, sesgada, enfocada en contra de los transgénicos” sentenció.
En dicha ley dijo quiere concertar el poder en el Conacyt y su director, con todos los recursos de investigación de todas secretarias de estado y determinar qué investigación se hará o no.
“Que todos los centros de investigación, incluido el Cinvestav se vuelvan centros públicos de investigación, y al ser centros públicos están regidos por el Conacyt, según esta ley todos los centros públicos quedan dentro del ámbito de Conacyt, y este tiene la autoridad para crear, reformar, desaparecer o extinguir los centros públicos de investigación, ya los órganos de gobierno de las instituciones las secretarías a las cuales están sectorizado ya no importa, ahora va a ser la opinión del director general del Conacyt”.
“Preocupante es que la política de ciencia y tecnología va a depender…ella (Álvarez-Buylle) va a decidir dónde va a ver investigación, donde se va a ir realizar la inversión para el desarrollo tecnológico, para innovación”.
Desaparecerán el Consejo Consultivo de Ciencias que lo integran premios nacionales, desaparece el foro consultivo que era un organismo que conjunta a las instituciones con representantes de las instituciones más representantes del país, industriales y académicos.
Desaparece también, la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados que es el organismo intersecretarial que regula qué se puede hacer con los transgénicos, se pueden sembrar o no. “¿Ahora quien va regular, sus directores adjuntos con secundaria?, ellos van a decidir lo que va a aparecer en este país y aparentemente hay que someter los proyectos científicos a la opinión pública, que el pueblo diga si es conveniente hacer o no ciencia en México, qué tipo de ciencia”.
Deben seguir los foros de discusión, participación de la academia de la ciencia, del foro consultivo, el consejo consultivo de ciencias para que haya otros órganos que puedan informar alimentar, evaluar y criticar el programa de ciencia y tecnología del gobierno.
“Todo lo desaparece porque parece que la doctora Álvarez-Buylla, es los ojos y los oídos del presidente, no necesita del consejo, de nadie más. Es un llamado de atención al presidente (Andrés Manuel López Obrador) que debe escuchar más voces, de los expertos, parece que ahora el presidente tiene un poco de alergia a los expertos porque cada vez que le dicen algo, ¡huy!, los expertos, los fifis, los privilegiados, parece que toda opinión contraria a lo que él piensa viene de gente que debe descalificar” explicó.
Explicó que en la ley los miembros académicos e industriales del órgano de gobierno de Conacyt los retiraron, dejaron solo a los representantes de las secretarias de estado.
Herrera Estrella aseguró la titular de Conacyt muestra “obsesión” por los transgénicos, pero “tiene que hacer énfasis en todas esas áreas, decir que la ciencia y la tecnología se tiene que regir por el principio precautorio; como le vamos a decir a un matemático que tiene que ver qué impacto puede tener su desarrollo de teoría matemática en la sociedad mexicana para poderle autorizar un proyecto, a un físico, biólogo”.
No puede seguir la incertidumbre y descalificación, luego que Álvarez-Buylle, llegó “con la espada desenvainada” cortando programas porque todo lo que hizo Conacyt “era una corrupción, que los proyectos fueron asignados de manera corrupta, que iba a cancelar proyectos de ciencia básica…ello ha molestado mucho en la comunidad académica, porque somos nosotros los que evaluamos los proyectos, entonces corruptos toda la comunidad académica del país” aunque dijo que si se puede mejorar la capacidad y calidad pero no descalificado.
También cancelaron las cátedras de Conacyt que sirve para reclutar científicos jóvenes, porque la titular de Conacyt dijo que “estaban colgados, como si fueran aviadores”, pero es gente que ha aportado a la ciencia, ello podría generar fuga de cerebros.
“Quiere atraer a 60,000 investigadores y cómo los vamos a traer, quien les va a pagar, las instituciones no tenemos dinero estamos golpeados presupuestalmente y dijeron que no va a haber nuevas contrataciones, cómo vamos a crecer la comunidad”.
Esperaban que el nepotismo y amiguísimo terminara…
Y cuando la comunidad pedía una científica en Conacyt para que entendiera como se hace la ciencia, la calidad y el impacto, hoy “el resultado es más negativo explicó Herrera, “es una pena” porque la doctora Álvarez-Buylla está perdiendo una oportunidad de hacer un bien para el país y disminuir la dependencia tecnológica de otros países.
Esperaban que el “nepotismo, amiguísimo y compadrazgo” terminara en esta administración, y ante los nombramientos de funcionarios sin perfil de la titular de Cinacyt María Elena Álvarez-Buylla “parece que no hay terminado de entender que ahora es una funcionaria pública y no una activista política. Incorporando a su grupo aquellos que la apoyaron en la lucha contra los transgénicos, este problema, obsesión que tiene la doctora en contra de los transgénicos ha empatado, obscurecido su visión para el desarrollo de la ciencia y tecnología en México”.
Recordó que María Chávez García secretaria administrativa del fondo de Conacyt-Sener que cursó secundaria que, aunque es respetable y que fue diputada, “no hace que la señora sea experta en cuestiones de energía, menos evaluar, administrar los recursos” para el desarrollo tecnológico y las áreas emergentes de energías alternativas.
Culminó al asegurar que todo ello es un retroceso y “puede poner en riegos lo que tanto trabajo costó al país construir en las últimas décadas…reflejado en la iniciativa de Ley de Humanidades Ciencia y Tecnología que desde el cambio de nombre del Conacyt me parece incorrecto porque es una denigración de las ciencias sociales al poner una h, no las considera ciencias, el Consejo de Ciencia y Tecnología siempre ha considerado las ciencias sociales un componente importante del desarrollo científico de país, ella piensa que es una cosa distinta que no son ciencia, empezamos mal”.
