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viernes, abril 26, 2024

Oxford retoma los ensayos de vacuna contra COVID-19 luego de efectos adversos en voluntaria

Londres, (EFE).  La Universidad inglesa de Oxford informó este sábado de que reanudará sus ensayos clínicos de la vacuna contra la COVID-19, tras ser recientemente interrumpidos después de que un voluntario en el Reino Unido sufriera una reacción adversa.

En un comunicado, Oxford indicó que las pruebas de la vacuna, denominada ChAdOx1 nCoV-19 y que es desarrollada junto a la farmacéutica AstraZeneca, se reanudarán en el Reino Unido después de hacer una pausa el pasado día 6 como medida de precaución.

La vacuna de Oxford y AstraZeneca es una de las más avanzadas. Foto: Federico Anfitti, EFE.

Esta posible vacuna, considerada una de las más avanzadas que se desarrollan en todo el mundo, está en las fases finales de los ensayos clínicos antes de recibir la autorización de los organismos reguladores para proceder a inmunizar a la población.

A finales de agosto, la UE cerró con la farmacéutica británica AstraZeneca un “primer contrato” que le garantizaba el acceso a 300 millones de dosis de la vacuna, por lo que la suspensión de los ensayos supuso un serio motivo de preocupación en Europa y en todo el mundo.

En su nota para dar cuenta de la reanudación de las pruebas, la universidad indicó que en todo el mundo unas 18.000 personas han recibido esta vacuna en estudio como parte de los ensayos clínicos y que, en pruebas tan amplias como esta, se espera que algún participante pueda sentirse mal.

“Cada caso debe ser evaluado cuidadosamente” para asegurar la seguridad de la vacuna, añadió el comunicado de Oxford, que no ha especificado la fecha de reanudación de los ensayos.

Las pruebas clínicas en el Reino Unido empezarán otra vez tras completarse el proceso de revisión independiente.

“No podemos desvelar la información médica sobre la enfermedad (del voluntario) por razones de confidencialidad del participante”, explica la alta casa de estudio en su nota.

“Estamos comprometidos -añadió- con la seguridad de nuestros participantes y el más alto nivel de conducta en nuestros estudios y seguiremos de cerca la seguridad” de la vacuna.

La potencial vacuna, que dio resultados prometedores en los primeros ensayos, estaba siendo sometida a pruebas clínicas en el Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica.

El mes pasado, los Gobiernos de Argentina y México, así como la fundación mexicana Slim, llegaron a un acuerdo con AstraZeneca y la Universidad de Oxford para fabricar la vacuna para sus países y distribuirla después al resto de América Latina, excepto Brasil.

El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, informó en agosto de que el objetivo era elaborar entre 150 y 250 millones de dosis que estarían disponibles a precios accesibles, con un coste individual de entre 3 y 4 dólares.

Junto a las farmacéuticas Pfizer y Moderna, AstraZeneca es una de las tres compañías que tienen estudios en la fase 3 en Estados Unidos Esta es la primera vez que uno de esos ensayos para lograr la vacuna contra la COVID-19 tiene que ponerse en pausa por razones de seguridad.

En esta foto del 13 de agosto del 2020, técnicos de laboratorio trabajan en la compañía biofarmacéutica mAbxience en Garín, Argentina, en una vacuna experimental contra el coronavirus desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca. Foto: Natacha Pisarenko, AP

VOLUNTARIO HABLA

Un participante en los ensayos clínicos de la vacuna contra el coronavirus de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca reveló el jueves al periódico Daily Mail que sufrió varios efectos secundarios, como fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y fatiga, 14 horas después de recibir el fármaco.

Posteriormente transcendió que la mielitis transversa —una rara enfermedad neuronal que consiste en la inflación de ambos lados de una sección de la médula espinal— sería la responsable de que se hayan paralizado los ensayos.

Esta jornada, un voluntario que recibió la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca a principios de mayo, relató que los efectos secundarios debilitantes duraron varios días después de la inyección.

En particular, al día siguiente de recibir el fármaco su temperatura subió a más de 39 °C y el hombre, que pidió no ser identificado, se sintió “increíblemente débil”, sin poder levantarse ni moverse.

La fiebre continuó durante aproximadamente un día, junto con una fuerte fatiga. Durante los dos primeros días después de la inyección también tuvo un dolor de cabeza intenso, junto con escalofríos persistentes.

Al tercer día los síntomas más graves desaparecieron. No obstante, otros efectos secundarios continuaron. “Seguí sintiéndome débil y no completamente yo mismo durante un par de días después, aunque los síntomas no fueron tan graves como el primer día, que fue terrible”, contó el participante.

Este lunes le tocaba recibir la segunda inyección, pero el día antes recibió un correo electrónico del gerente del proyecto, cancelando la cita debido a la suspensión de ensayos por causa de “una enfermedad en un voluntario, que puede o no estar relacionada con la vacuna”.

El participante dijo que, a pesar de sus efectos secundarios, estaba listo para recibir la segunda inyección y continuar con la prueba, pero ahora está preocupado. “Estoy un poco preocupado por recibir la segunda inyección ahora, si eso significa que puede haber efectos adversos en las personas que toman la vacuna. Esperaba que solo necesitáramos una inyección y que eso sería todo”, dijo.

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