León, Guanajuato. ¿Te atreverías a comer tu placenta después del parto? Seguramente has escuchado de mujeres que consumen este tejido preparado de distintas maneras luego de dar a luz, algunas famosas incluso, como Kim Kardashian, Alicia Silverstone o Jennifer López, también lo han hecho para obtener supuestos beneficios estéticos y de bienestar corporal.
Pero, ¿en realidad aporta algo el comer tu placenta?, lo cierto es que se han hecho diversos estudios al respecto y los supuestos beneficios no han podido ser comprobadas científicamente. Sin embargo, quienes lo recomiendan le atribuyen menor riesgo de sufrir depresión posparto, un problema que aqueja al 10% de las madres, después de la concepción.
Otras propiedades que se le atribuyen es una mejora en la producción de leche, reducir molestias posparto o servir como un aporte nutritivo extra, pero les repetimos que esto no está comprobado.
Las formas de ingerir la placenta van desde congelada en un smoothie con frutas, hasta preparada como un filete con verduras.
La práctica es más común en partos caseros, pues los hospitales cuentan con reglas sanitarias estrictas al respecto, aunque en algunos países han entrado en vigor leyes para que las mujeres puedan llevarse este tejido al cumplir ciertos requisitos.
