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viernes, abril 26, 2024

10 consejos para ser una mamá sin estrés

Sabemos que tienes muchas ocupaciones, pero éstas no deben agobiarte, aquí te damos 10 consejos para aligerarte la carga:
1. Pongo en orden mis prioridades
Es una forma sencilla de aligerar el día a día desde por la mañana. En una hoja papel haz dos columnas: en una escribes las tareas diarias “urgentes” y en otra escribes la lista de tareas que “no son urgentes”. Ejemplo, en la primera columna: pedir una cita en el dentista para Juan. Y en la segunda columna: pasar 30 minutos en Internet para buscar un campamento de verano para los niños… ¿El objetivo? En la columna de tareas “urgentes”, todas las tareas tienen que estar tachadas al final del día.  ¿Tienes un celular, una blackberry o un iPhone? ¡Anota las citas importantes y pon una alarma para que no se te olviden!
2. Establezco los turnos de la tarde-noche
Ponte de acuerdo con tu pareja y se turnan sus tardes, por ejemplo, dos días a la semana tú llegas antes a casa. Y otro día es papá quien asume el control familiar. Y así por lo menos un día a la semana sabes que puedes quedarte más tiempo en la oficina o ir a tomar una café con tu mejor amiga, sin sentirte culpable por no estar con tu familia…

Ahora, si eres madre soltera, pide ayuda a tu mejor amiga o hermana, o padres para que recojan a tu hijo de la guardería un día a la semana. Y ese día no hace falta que corras para llegar sin aliento a la puerta de la guardería.

3. Planifico el reparto de tareas de la casa
Pide a tus hijos que participen en la preparación de la comida. Para ello, preve en una pizarra colocada en la puerta de refrigerador, una tabla semanal (teneindo en cuenta sus actividades extra-escolares) y anota quién hace qué cada día: poner la mesa, lavar los platos… E infórmales de las reglas: en caso de que no se respete el plan, habrá consecuencias.
También puedes invitar a los niños (entre 8 y 10 años) a que ayuden a cocinar un día a la semana. Poner a cocer la pasta, batir un huevo… Algo que no sea muy complicado. Y si después de todo, ponen mala cara cuando deben probar lo que “ellos ” han cocinado… será una manera de que aprecien tus guisos.
4. Preparo los menús de la semana
Esta te hará ganar un tiempo preciado y te evitará la molestia de pensar qué cocinar. Ejemplo: saber que vas a hacer Bisteck gratinado con brócoli el lunes, significa que tienes esos ingredientes en el refrigerador. Y esto te permite:
– de dejar de pasar 3 horas frente a tus despensa pensando en la comida del día siguiente…
– de dejar de salir corriendo ala carnicería o la pescadería al salir de la oficina y de llegar tarde al colegio de los niños…
– todo el mundo está de acuerdo: OK, el lunes toca brócoli, ¡pero el martes toca macarrones!
5. Cocina útil
¿La receta está prevista para 4 personas? Duplica o triplica los ingredientes a la hora de comprarlos. Puedes prever platos rápidos, listos en 15 minutos, para cuando llegas cansada de trabajar y no tienes ganas de cocinar.
Una vez a la semana por ejemplo, puedes hacer algo ligero, como sándwich o pedir pizza, que a nadie le hace daño de vez en cuando y tu te relajas un poco.
6. Intercambio mis competencias
Haz un intercambio con otros padres: invitas al amigo de Juan a casa todos los miércoles para ayudarles a estudiar español, asignatura que sabes bien. Y el padre del amigo de tu hijo les da un curso de matemáticas los martes por la tarde.
7. Hago las compras por Internet
Prepara una lista de las compras en la página web de tu supermercado o hablapor teléfono. Al final de mes lo encargas ¡y te llegarán a casa todos esos productos pesados! Y aprovecha de tu tiempo libre.
8. Olvido los mensajes y las llamadas cuando mi querido llega a casa
El tiempo pasa volando y a penas tienen tiempo de cenar. Establece una regla: nada más enntrar por la puerta de casa, concédete 10 minutos para responder a los mensajes o hacer las llamadas oportunas a las amigas, y después apaga el celular. Es la única forma de conservar el buen ambiente de familia… ¡y de pareja! Concedete una noche en pareja cada 15 días. ¿Lo ideal? Llevar a tus hijos a dormir a casa de los abuelos.

9. Saber delegar sin avergonzarse
Demasiado trabajo en la oficina, te sientes agotada, tu pareja se ha ido 15 días de viaje por trabajo… El colegio, las compras, llevar a tus hijos a sus actividades extraescolares, hacer la cena… Puedes empezar a delegar un poco… ¡Hay múltiples soluciones! A través de la remuneración, intercambio… De esta forma, toda los habitantes de la casa se beneficiarán, ya que te verán de buen humor siempre.

Deja de querer ser siempre una supermamá + una gran cocinera + una profesora particular. Las tardes de la semana aprovecha e intercambia opiniones con tus hijos, que te cuenten qué han hecho en el colegio, las novedades, el fin de semana, puedes estudiar alguna tarde con ellos, o explicarles lo que no entiendan.

10. Aprendo a decir «no»
Saber gestionar el tiempo y ganar tiempo, es al fin y al cabo saber decir que “no”. No a tu jefe quien por tercera vez esta semana te pide que te quedes más tiempo para hablar de un tema “súper urgente”. No a la madre de Clara, quien quiere que su hija duerma otra vez la noche del viernes en tu casa. No a tu marido que te dice que esta semana tendrá mucho trabajo, por lo que tendrá que volver más tarde a casa, y te promete que dentro de 15 días todo irá mejor. Puedes mostrarte diplomática pero manteniéndote firme en tus decisiones: ¡no puedes aguantar todo!

Con información de Chipie

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