Es una forma sencilla de aligerar el día a día desde por la mañana. En una hoja papel haz dos columnas: en una escribes las tareas diarias “urgentes” y en otra escribes la lista de tareas que “no son urgentes”. Ejemplo, en la primera columna: pedir una cita en el dentista para Juan. Y en la segunda columna: pasar 30 minutos en Internet para buscar un campamento de verano para los niños… ¿El objetivo? En la columna de tareas “urgentes”, todas las tareas tienen que estar tachadas al final del día. ¿Tienes un celular, una blackberry o un iPhone? ¡Anota las citas importantes y pon una alarma para que no se te olviden!
Ponte de acuerdo con tu pareja y se turnan sus tardes, por ejemplo, dos días a la semana tú llegas antes a casa. Y otro día es papá quien asume el control familiar. Y así por lo menos un día a la semana sabes que puedes quedarte más tiempo en la oficina o ir a tomar una café con tu mejor amiga, sin sentirte culpable por no estar con tu familia…
Ahora, si eres madre soltera, pide ayuda a tu mejor amiga o hermana, o padres para que recojan a tu hijo de la guardería un día a la semana. Y ese día no hace falta que corras para llegar sin aliento a la puerta de la guardería.
También puedes invitar a los niños (entre 8 y 10 años) a que ayuden a cocinar un día a la semana. Poner a cocer la pasta, batir un huevo… Algo que no sea muy complicado. Y si después de todo, ponen mala cara cuando deben probar lo que “ellos ” han cocinado… será una manera de que aprecien tus guisos.
Esta te hará ganar un tiempo preciado y te evitará la molestia de pensar qué cocinar. Ejemplo: saber que vas a hacer Bisteck gratinado con brócoli el lunes, significa que tienes esos ingredientes en el refrigerador. Y esto te permite:
– todo el mundo está de acuerdo: OK, el lunes toca brócoli, ¡pero el martes toca macarrones!
¿La receta está prevista para 4 personas? Duplica o triplica los ingredientes a la hora de comprarlos. Puedes prever platos rápidos, listos en 15 minutos, para cuando llegas cansada de trabajar y no tienes ganas de cocinar.
Haz un intercambio con otros padres: invitas al amigo de Juan a casa todos los miércoles para ayudarles a estudiar español, asignatura que sabes bien. Y el padre del amigo de tu hijo les da un curso de matemáticas los martes por la tarde.
9. Saber delegar sin avergonzarse
Demasiado trabajo en la oficina, te sientes agotada, tu pareja se ha ido 15 días de viaje por trabajo… El colegio, las compras, llevar a tus hijos a sus actividades extraescolares, hacer la cena… Puedes empezar a delegar un poco… ¡Hay múltiples soluciones! A través de la remuneración, intercambio… De esta forma, toda los habitantes de la casa se beneficiarán, ya que te verán de buen humor siempre.
Deja de querer ser siempre una supermamá + una gran cocinera + una profesora particular. Las tardes de la semana aprovecha e intercambia opiniones con tus hijos, que te cuenten qué han hecho en el colegio, las novedades, el fin de semana, puedes estudiar alguna tarde con ellos, o explicarles lo que no entiendan.
Con información de Chipie