El pasado 11 de Mayo, descubrí gracias a un amigo en común, sobre el fallecimiento de Alvin Sargent, célebre guionista norteamericano al cual, le quisiera dedicar un momento de atención para todo aquel que lea esto, Sargent no fue un guionista desconocido antes del nuevo milenio; son leyendas sus colaboraciones en Luna de papel (1973) de Peter Bogdanovich la cual tuvo una nominación al premio de la Academia a Mejor guión, y obtuvo un premio por parte de Tatum O’Neal, volviéndose la actriz más joven en obtener un premio Oscar en ese entonces. El premio lo llegaría a obtener dos veces con Julia (Fred Zimmermann, 1977) y por Gente Ordinaria (1980), la primera película de Robert Redford como director.
Pero, personalmente, la labor de Sargent llegó a un punto importante para mí,con su colaboración dentro de todas las cosas, con el vecino arácnido favorito de todos. Los problemas al intentar hacer una película de Spider-Man son conocidos, porque desde la década de los años noventa se había intentado realizar un proyecto con cualquier nombre que uno pueda pensar. James Cameron estuvo muy involucrado tras la filmación de Terminator 2: El día del juicio final (1992) y dejaría un guión al que se le realizaron cambios conforme avanzaban y pausaban las pre producciones del proyecto, entre los que puedes leer a David Fincher, Roland Emmerich, Tony Scott, hasta M. Night Shyamalan. Afortunadamente el proyecto terminaría en manos de Sam Raimi, quien a diferencia de muchos de los intencionados, era lector del personaje desde que era un niño y le parecía un proyecto de ensueño. Raimi comenzó a trabajar con un guión escrito por Davi Koepp, pero durante la producción del filme, el director sentía que faltaba algo entre los diálogos que sentía acartonados.
Laura Ziskin, productora de la película -y cuyo trabajo en Spider-Man representaba su primer trabajo fuera de Fox con un contrato de exclusividad por parte de Columbia Pictures– le propuso a Raimi la ayuda de su pareja, quien fuera Sargent hasta el fallecimiento de esta en el año 2011. Sargent aceptó y se puso a escribir escenas en marcha forzada por la avanzada producción del filme, fue a partir de la labor que la relación de Peter Parker y Mary Jane adquiría un mejor tono y naturalidad. Casi todas las escenas que involucran a los dos personajes son labor de Sargent, y especificamente, escribió la escena del final:
https://www.youtube.com/watch?v=Z1h7NRowyw4
No fue un secreto a leguas que la relación de los dos personajes sería una de las claves dentro del filme, por lo que para la realización inmediata de la secuela, el estudio decidió darle crédito a Alvin Sargent, cosa que no obtuvo como co-guionista en la primera parte pero sí para Spider-Man 2, fácil una de las mejores películas del género.
Aquí, lo interesante dentro del guión, es que Sargent sí toma los elementos de acción de los tres escritores anteriores –Alfred Gough, Miles Millar y Michael Chabon– pero decide ponerlos en un acto secundario; esta decisión de enfocarse en el diálogo que escribiría él fue tomada como injusta y controversial por parte de los tres escritores anteriores, pero omiten que Spider-Man 2 fácil podría tomar estas escenas y secuencias de manera rigurosa, pero el tratamiento al final de cuentas era lo importante. Parece muy extraño reflexionar 15 años atrás una película de cómics inspirada en el personaje más popular de Marvel pondría a la acción de lado para hacer un completo desarrollo complejo de la personalidad y conflicto emocional de Peter Parker/Spider-Man, pero esto fue el golpe de suerte que Spider-Man 2 obtuvo.
Hay dos escenas en lo particular que me parecen brillantes: La del aniversario luctuoso de Ben Parker () y el reencuentro con May (Rosemary Harris) por parte de Peter Parker (Tobey Maguire).
La primera ocurre tras una completa decepción de Peter al no poder salvar a la gente que le necesitaba en el momento tras un incendio, que ocurre un día antes del aniversario luctuoso de su tío Ben. Hay un aire de pesimismo por parte de un confundido Peter que no está obteniendo lo que quiere a pesar de haber despejado el campo a estas oportunidades, y su visita con May le hace sentir valentía al contarle la verdad sobre el asesinato de Ben, causa de la rebeldía en ese momento de Peter quien pensaba obtener logros fáciles con sus poderes… y la tía May, quien siempre es el catalizador de esperanza y apoyo para Peter… reacciona de manera natural y lo abandona. Raimi toma la acertada decisión de capturar este momento con un especial detalle al rostro de Tobey Maguire que se resquebraja contando la verdad de lo acontecido, y le da espacio a Rosemary Harris de recibir el impacto de la información en dos sucesiones de primer planos intercedidos por el plano detalle de la mano de May alejándose del comfort de Peter, la cual no puede más y lo deja sólo, en la humilde morada de una mujer de avanzada edad.
Para el reencuentro, Peter se encuentra deseando obtener sus poderes de nuevo, y tras una plática le pide perdón a May, la cual está abandonando su casa por no poder pagar la hipoteca y ve esto como un nuevo inicio… y pasa.
May está revelando de manera sutil la sospecha de que su sobrino es el hombre araña, a través de las preguntas que le hace un vecino a Peter, y en donde ella además, integra un discurso precioso sobre el valor de los superhéroes. Rosemary Harris ofrece una interpretación digna de un premio de la Academia, porque le da dignidad al concepto, le da magia a una serie de diálogos que a la fecha me siguen emocionando más, que cualquier batalla que haya visto en los últimos 10 años, que hasta el día de hoy caen en lo más profundo de mi corazón y enjugan mis ojos de lágrimas.
Quizás Sargent no tenía mucha noción de quién era Spider-Man en el inicio de su carrera o pensó algún día estar involucrado en el proyecto de un personaje para niños, pero su trabajo con él le dio dignidad al personaje y un tratamiento serio y maduro, de reflexión a un mundo adulto dentro de una película disfrazada de verano y emociones.Gracias Alvin Sargent.
