León, Gto.- Sólo hay dos figuras de tanto renombre dentro de la industria musical del cine: John Williams y Ennio Morricone. Ambos tan sólo la semana pasada recibían el premio Princesa de Asturias por sus aportaciones culturales… y el día de hoy sólo nos queda uno.
Se acaba de confirmar de que Ennio Morricone falleció a la edad de 91 años tras varios días de estar hospitalizado por una caída que le provocó la fractura de fémur. Morricone se alcanzó a despedir con su familia una última vez, de acuerdo a un comunicado oficial emitido por su esposa María Travia, la cual también señaló que el funeral del compositor será de carácter privado.
Morricone nació en Roma Italia el 10 de Noviembre de 1928, hijo de Libera Ridolfi y Mario Morricone, ella siendo la dueña de una tienda de textiles, y este último la figura más importante para el encuentro de su pasión, ya que su padre era músico. Mario le enseñaría a leer música y a tocar varios instrumentos que fueron clave para la supervivencia de la familia Morricone, quien solía relatar las dificultades que este y su familia tuvieron durante su infancia, época a la que llegó con la falta de comida y la advertencia de la guerra por el régimen fascista, teniendo que trabajar para Americanos tocando música para poder recibir comida como paga.
En la adolescencia recibiría la guía de Umberto Semproni, quien lo preparó para que este tocara la trompeta y así entrar a la Escuela nacional de Santa Cecilia, etapa en donde Morricone
Terminaría sus estudios de trompeta en 1946, para posteriormente dedicarse a la composición de música para teatro para artistas como Giacomo Leopardi o Salvatore Quasimodo. En 1953 Morricone comenzaría a laborar en el campo de la composición para programas de radios, etapa que duró hasta 1959 y que fue celebrado por los oyentes que disfrutaban sus materiales dramáticos.
Al mismo tiempo, Morricone comenzaría a trabajar como compositor para la RCA, en donde compondría la música detrás de canciones pop de artistas como Milva, Demis Roussos, Renato Rascel y Rita Pavone entre mucohs otros. Para 1963 crea uno de sus trabajos más populares: una revisión de Every Time, interpretada por Paul Anka en el Festival de San Remo. Esta canción terminaría vendiendo 3 millones de copias a nivel mundial.
El éxito de Everyy Time -o conocida en Italia como Ogni Volta– le daría otra colaboración exitosa con la artista Mina, para su disco Studio Uno 66, el cual terminaría siendo el quinto disco más vendido en el país.
Morricone pasaría varios años intentando escribir música para el cine, sólo para terminar como compositor adicional durante la mayor parte de esos años. Su gran oportunidad llegaría en 1961 de parte de Luciano Salce, quien le pidió la música para El Federal y de la cual surgió una colaboración de amistad y profesionalismo por parte de los dos hombres. El éxito de El Federal hizo que Morricone tuviera mayores oportunidades en el campo de la industria fílmica italiana, en gran parte por su velocidad a la hora de trabajar y sonido poco usual.
Pero todo tendría un punto y aparte con la llegada de Sergio Leone. Su amigo de la infancia lo invitaría a componer en 1964 la música para Por un puñado de dólares, la cual realizó sin saber el guión -sólo con la guía emocional que Leone ofrecía sobre la historia del filme y resolviendo la falta de un presupuesto enorme hizo que Morricone terminara usando sonidos alternos a la orquesta como látigos, silbidos, trompetas viejas y una guitarra eléctrica. El uso de estos elementos contrastaba mucho con el sonido del western tradicional, situación que le adjudicó un gran número de quejas por parte de puristas, pero que habían logrado obtener un sonido visceral y único dentro del universo de Leone.
Morricone terminaría dando un boom al sonido italiano del western, y su trilogía de los dólares puede que sea su trabajo más popular a nivel mundial. Mismo que terminaría explotando con su tercera entrega: El bueno, el malo y el feo (1966), en donde la variedad de temas hacen imposible concebir la imagen del oeste que los norteamericanos habían planteado antes… desarrollando escenas pesadillescas y gloriosas como la insuperable Éxtasis del Oro… en donde además se puede percibir la colaboración con su soprano favorita: Edda Dell’Orso:
Morricone tendría posteriormente al lado de Leone, su trabajo en donde las posibilidades de obtener un premio de la Academia comenzarían a ser un sueño fallido hasta los últimos años de su vida. Componiendo para otro western, el trabajo de Érase una vez en el Oeste se volvería uno de los trabajos instrumentales más vendidos de todos los tiempos, con 10 millones de copias, lo cual resulta bastante frustrante saber que la campaña de la película por parte de Paramount no propondría el score de Morricone en la entrega de los Oscar de 1969 por un error de papeleo, considerando que este se trata de uno de sus trabajos más exquisitos.
El sonido de los vaqueros es fundamental para entender a Morricone, pero este encontraba molesta las cuestiones respecto a su trabajo, sobre todo porque durante toda su carrera se había esmerado en realizar cerca de 400 composiciones de toda gama de géneros, incluyendo desde filmes pornográficos, hasta pioneros dentro del género de superhéroes y superproducciones de alta gama de Hollywood. A Morricone se le tenía que respetar sobre todo si uno quería indagar sobre sus procesos musicales, particularmente tenía dos reglas al respecto: debían dirigirse a él con el título de El maestro, y que la plática no se extendiera sobre sus composiciones dentro del Spaguetti Western:
Sería extremadamente aburrido el haber escrito sólo scores musicales de películas del Oeste o de películas de horror, para mí siempre ha sido emocionante trabajar en todos los géneros.
