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viernes, abril 19, 2024

ENTREVISTA | El mexicano Rodrigo Prieto, que va por el Óscar, cuenta: “Me gusta complicarme un poco”

CIUDAD DE MÉXICO, (AP).   El fotógrafo mexicano Rodrigo Prieto adora los retos y los nuevos comienzos, y ese fue el enfoque que asumió con The Irishman (El irlandés), la película de Martin Scorsese que le valió su tercera nominación al Óscar.

Rodrigo Prieto posa en el almuerzo de nominados a la 92a entrega de los Premios de la Academia. Foto: AP

La cinematografía de Prieto ha tenido momentos de verdadera belleza, como en Babel de Alejandro González Iñárritu o en Water for Elephants (Agua para elefantes) de Francis Lawrence. Pero en su tercera colaboración con Scorsese el reto era estético y técnico por igual, al tener que compaginarse con la tecnología de rejuvenecimiento que usó el equipo de efectos visuales supervisado por el argentino Pablo Helman.

“Me gusta complicarme un poco”, dijo Prieto en una entrevista telefónica reciente con The Associated Press desde Los Ángeles.

Protagonizada por los septuagenarios Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci, tres asiduos colaboradores de Scorsese, The Irishman relata la historia del mafioso Frank Sheeran y sus poderosos jefes a lo largo de varias décadas. De Niro da vida a Sheeran, Pesci al mafioso Russell Bufalino y Pacino al líder sindical Jimmy Hoffa.

Prieto estuvo involucrado desde la preproducción para desarrollar un intrincado aparato con tres cámaras con el que marcaron el rostro de los actores usando rayos infrarrojos para capturar las tomas base y rejuvenecerlos digitalmente, sin que llevaran marcas reales sobre el rostro o cascos de captura de movimiento.

“Tenía que encontrar la forma de que este sistema funcionara y que Scorsese no tuviera ningún tipo de limitación por esta tecnología, sino que, al contrario, sintiera que estaban filmando la película normal, como si nada, y que la cámara la pudiéramos mover como fuera”, explicó.

Una vez resuelta la parte de las cámaras simultáneas, se dio a la tarea de traducir en imagen el interés de Scorsese por reproducir el estilo de color de las películas fotográficas amateur de los años 50 y 60, algo que logró basándose en las emulsiones disponibles en la época.

Joe Pesci y Robert De Niro compartieron créditos. Foto: Netflix
Robert De Niro, Al Pacino y Ray Romano en una escena de The Irishman. Foto: Netflix

Para los 50 simularon la película kodachrome y para los 60 la película ektachrome. Para las escenas de los 70 Prieto aplicó la técnica ENR desarrollada por Technicolor Roma para Vittorio Storaro, que quita color y agrega contraste. El resultado es un recorrido inverso por la memoria de Frank Sheeran (De Niro), donde la vivacidad de los primeros años se va perdiendo gradualmente.

“La sensación es que empieza con mucho color y se le va yendo el color, en particular y en especial después de la muerte de Hoffa”, dijo Prieto. “Para mí es representar cómo en ese momento, en la muerte de Hoffa, se le va el color de la vida y a través de su culpa y de sentir que (Sheeran) está perdiendo a su familia y en particular a su hija Peggy, cómo este Frank Sheeran se le va el color de la vida”.

Otro de los trucos que más le gustaron a Prieto fue la manera en la que consiguieron las múltiples escenas de Sheeran y sus asociados en autos de época. Originalmente iban a filmar en locación, pero era demasiado complicado por la cantidad de extras, el cierre de tránsito vehicular y los retos de continuidad. Así que la solución que encontró Prieto fue colocar nueve cámaras alrededor de un auto y filmar las locaciones que después proyectaron en enormes pantallas LED en un estudio con los actores en autos estacionarios.

“Lo que ilumina la escena es literalmente el reflejo de lo que está fuera del coche, el efecto es muy realista, porque incluso en los lentes que están usando se ve el reflejo de la calle que pasa”, dijo. “Fue una técnica bastante divertida de hacer porque los actores también podían ver a su alrededor la locación, pero no se movía el coche, podían ir a tomarse un café y meterse al coche simplemente y simular que están manejando”.

“Es el tipo de trucos que a mí me gusta hacer con la fotografía, simular con la iluminación y con cámara cosas que no son reales pero que el espectador piensa que es real”, agregó.

The Irishman recibió en total 10 nominaciones al Premio de la Academia, incluyendo a mejor película, director, actor de reparto para Pesci y Pacino, cinematografía y efectos visuales.

Scorsese había presentado el proyecto ante varios estudios, pero no se quisieron sumar por la dificultad técnica y el costo que implicaba. Hasta que llegó Netflix, con lo que la película se estrenaría en pantallas de cine pero sería vista mayormente vía streaming.

“La filmamos en un formato 1.85:1 que cabe mejor dentro de una pantalla de televisión”, dijo Prieto. “Preferimos hacer la imagen más alta arriba y abajo para que funcionara tanto en las salas cinematográficas como en Netflix, desde la preparación teníamos ese cálculo en mente”.

Ante el debate de cine versus streaming, Prieto es optimista: “Tengo la impresión que ésta quizá resulte ser una de las películas que he hecho más vistas”, dijo sobre la vida de The Irishman en la pantalla chica.

Rodrigo Prieto posa en el almuerzo de nominados a la 92a entrega de los Premios de la Academia en el Hotel Loews el lunes 27 de enero de 2020 en Los Angeles. Foto: AP

La colaboración de Prieto con Scorsese comenzó con The Wolf of Wall Street (El lobo de Wall Street) de 2013 y continuó con Silence (Silencio) de 2016. Aunque no tuvo muy buen desempeño en la taquilla, este filme ubicado en el siglo XVII, sobre dos curas jesuitas portugueses que viajan a Japón en busca de su mentor, le mereció al fotógrafo su segunda nominación al Óscar.

“A pesar de que las tres películas que hemos hecho son realmente muy distintas entre sí, (Scorsese) ha querido seguir trabajando conmigo”, dijo Prieto. “Además, yo disfruto de eso. Me gusta hacer estilos distintos, darle a cada película su propio matiz. Vuelvo a empezar de cero”.

Prieto, nacido en la Ciudad de México en 1965, fue nominado por primera vez a los Premios de la Academia en 2006 por Brokeback Mountain (Secreto en la montaña). Antes de abrirse camino en Estados Unidos, trabajó en películas mexicanas de éxito internacional como Amores perros de Alejandro González Iñárritu, con quien continuó colaborando en las nominadas al Óscar 21 Grams (21 gramos), Babel y Biutiful.

También estuvo a cargo de la fotografía de Argo de Ben Affleck, ganadora del Óscar a la mejor película en 2013. Y está próximo a estrenar en Sundance The Glorias de Julie Taymor, sobre la feminista Gloria Steinem, con Alicia Vikander y Julianne Moore.

La ceremonia de los premios Óscar, en su 92da edición, se transmitirán el vivo este domingo desde el Teatro Dolby de Los Ángeles.

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