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miércoles, abril 24, 2024

Conferencia Ghassan Salhab

Ghassan Salhab es un misterio. Un hombre de aspecto peculiar, con unos ojos calmados y un cabello que por lo menos durante varios días nunca vi dar su brazo a torcer. Lo encontré tres veces durante estos días y siempre lo veía platicando con jóvenes inquietos que además, están descubriendo su cine.

El GIFF tuvo la oportunidad de presentar todas las películas hasta el momento de Ghassan Salhab, director que desde la década pasada ha sabido sortear las líneas sobre su cine nacional: uno repleto de incoherencias contempladas para la dominación del filme pero que para Salhab, es un reto de ser inquieto en su relato, calmado en su producto final y un auténtico misterio para tratar de explicar el por qué de sus películas, más dispuesto a escuchar la experiencia individual.

Traductora: Diré algo personal, Ghassan fue el primer cineasta que conocí y debo decir que destilas art; en ese entonces estaba investigando sobre cine libanés y me encontré contigo, y me tuviste tanta confianza que me dijiste “toma las llaves de mi casa, y ve mis películas”, y vi tus películas en tu cama, cuando mencionabas que volverías en 4 horas tras el término de mi investigación.

Ghassan Salhab: Aclaro que era en mi cuarto porque la tele está ahí, yo no estaba presente… (risas).

Vamos a ser personales y hablaremos así, personalmente. Estamos en México con inmigrantes mexicanos, ese tema que tiene impacto en el Líbano, por lo que es importante y relevante que un festival tenga como invitado a un país como Líbano, cuéntanos sobre el tema:

Mi abuelo como muchos otros grandes abuelos llegó a Senegal a los 16 porque su familia no tenía dinero, huía de la crisis del hambre del Líbano de 1916, en la que uno de cada 3 personas fallecía de hambre, mi abuelo fue el único de la familia que pudo salir de ahí. Vivió en Senegal y regresó al Líbano a tomar una esposa, para después regresar a Senegal en donde nació mi papá y yo, soy parte de esta inmigración, he estado en Beirut desde el 2002, siempre digo que soy libanes, africano, y francés, no me gusta pensar lo que dicen sobre identidades.

Esto importa porque el lugar importa en tus filmes.

No diría que me emociono viendo el sufrimiento de la gente. Hay una frase que dice “soy de ningún lugar y de todos”, siempre me siento un extraño cuando viajo, es un plus para mi vida y por supuesto que mis películas tienen este impacto, cuando regresé al Líbano me hacían burla por mi acento, con el tiempo aprendí a actuar con una identidad falsa, y creo que me gustaría cambiar que la identidad es lo que uno quisiera ser, es implícito por quien soy no de dónde soy.

¿Qué tipo de películas te impactaron de niño, y como obtuviste inspiración?

No sólo es una, son varias y por capas, cuando estaba en Senegal sólo estaba el cine para ver películas porque no había tele, y en el tiempo en el que era joven no íbamos al cine a ver a Hitchcock o Bergman, veíamos a Cary Grant, el cine era sólo vamos a ver una película…

…como entretenimiento…

…sí pero no le decíamos así, era “ir al cine”. Recuerdo ver una película de Bergman o de Hitchcock y no eran una contradicción con lo establecido de cine, era cine para mí, aunque ahora lo es, aunque creo que el cine adopta todo estilo e intención. Vi gritos y susurros antes de la guerra civil en un cine desaparecido de Beirut y estaba impactado por la película que no es nada fácil de ver, y tratábamos de contener nuestras lágrimas al salir que se conjugaba con la venida del conflicto. El cine nos recogía y nunca le puse categorías, obviamente ver a Bergman no es lo mismo que ver a Bond, yo lentamente terminé con influencia fílmica cuando iba a cineclubs por lo que ahí podías ver cosas no normales en los cines, veías a Fritz Lang y Orson Welles, cine de Italia, Rusia y Alemania y esto era nuevo para mí porque no tenía diplomas, yo aprendí a amar al cine por el cine que era muy diferente, y puedo decir que algo importaba sobre otras, para mí era cómo ser un marinero en el desierto y guiarse por las estrellas, las películas eran mis estrellas, algunos cineastas como Dreyer, Antonioni, Godard… me marcaron por ser singulares en sus decisiones y entendí lentamente que el cine es de lo que vives y lo que aprendes, estaba más en el aspecto no mainstream del cine

Tus películas tienen un toque de horror con monstruos contemporáneos, porque hay algo sobrenatural que flota en tus películas.

En “El último hombre” diría que la amenaza y el horror es  el hecho de que nunca estamos en paz, de no tener paz interna, esta amenaza de que estamos suspendidos en el tiempo porque estamos a la espera de una hecatombe, esta tensión que no es drama tradicional es interno, no es un proto narrativo porque no me considero un narrador de historias, el horror viene de adentro, cuando ves mis películas tienes esta impresión, no son monstruos pero ¿Qué es lo mejor del cine? Que es un arte de múltiples interpretaciones, no es una ciencia, son subjetividades, nunca pensé en mi cine como monstruos o no.

Siempre pones a personajes a punto de caer pero jamás pasa, de que están tristes pero nunca suicidas, nunca felices, es mi interpretación claro (risas) ¿Cómo trabajas esta tensión con tus actores?

Una vez hablaba con un actor sobre relajarse y de que tomara vibras, porque nunca estás bajo una sola, nunca los dirijo, hablo poco con ellos y los veo, nunca hago casting, nunca vuelvo a grabar otra toma pero los veo antes de filmar, se vuelven amigos o conocidos pero (tenlo) por seguro que les pregunto que sean..  es complicado hablar de esto, porque si digo algo encuentro una idea y sobre lo que puedo mencionar, el personaje sigue la vida, y trato de capturar algo de lo que hemos seleccionado y al personaje en cuestión…

…empujar.

Algo así, pero es como

…jalar.

Actuar es algo más complicado y puede que sólo se registre el 20% de ello. La cámara siempre está ahí y registra todo y trato de capturar el momento en el que yo ya no estoy ahí. Juego con la idea de que te enfrentas a la situación porque ves películas en la que los personajes se hablan pero le hablan a la audiencia como si se conocieran todos; no están juntos, están conscientes de la situación, entonces para mí la audiencia no debe de ser un cómplice, es alguien que pueda notar la extrañeza de la situación porque la cámara no tiene por qué estar aquí, es complicado. Esto no lo hablo con los actores, sólo hablamos, bebemos a veces mucho. En “La montaña” con Fadi Abi Samra, lo que hice fue beber y sólo me hizo una pregunta: ¿soy un escritor o estoy escribiendo? Hay dos diferencias en esto, porque el escritor es uno que lo hace por años y escribiendo es que lo haces ocasionalmente, esa fue la única duda que tuvimos sobre su personaje, entonces al filmar, ya era él: eso es lo que trato con mis actores y para mí, déjate ir. Sé que hago lo correcto en el presente, esa es mi intención, estar en la situación, si eres listo sé listo, sé la situación, es mi ambición.

Hay directores aspiracionales en el cuarto y dices algo novedoso porque la metodología no se realiza de manera importante, porque incluso retrata el paisaje como los paisajes del personaje de manera interna.

Sabes, podemos ser simples pero es difícil cuando filmas algo, lo más importante es mirar lo que filmas, por ejemplo en “El valle” quise mostrar el valle de la becar, que no está en la ciudad. Yo voy muy seguido cuando escribo, no sólo para inspirarme porque encuentras inspiración en todas las cosas, no es un set, es el lugar, se sienten las cosas ahí, y cuando voy ahí el viento es muy peculiar, con este viento con el que me gustaría que se compusiera algo en un órgano. Sobre filmar los lugares lo más difícil es pensar que los conoces, no es un hecho de conocerlos o no, es un hecho de sorprendente. No sé exactamente qué se ha puesto que no es algo como ABC: cuando estás filmando no es sólo imaginación, estás en el momento adecuado entonces para mí no te puedes preparar para estar en el momento adecuado, pero sí para prepararte a decir no creas que sabes, de ver realmente lo que estás filmando. Lo que hago la mayoría del tiempo con la gente con la que trabajo es que no tienen el número de tomas en mente, yo lo hago en el momento y lo veo en mis ojos y decido, y es todo sobre tu decisión, buena o mala, si dices algo que es hermoso, estás jodido si yo no lo siento… bueno no jodido, perdido. Es mi experiencia y lo que hago, no es teoría.

Es cierto lo que dices, porque los filmes a menudo te mencionan sobre la preparación y que hagas la toma igual a como la imaginas, pero contigo es como filmar en meditación, estar consciente del presente.

Es como, atrapar el momento, y siendo honesto… bueno siempre soy honesto, no estoy ebrio, tiene que tener una vibración todo el filme, no es algo místico, es sentir, fluye contigo lo que trato de decir es que cuando lo atrapas eres un vector y puedes decidir porque pones la cámara en un lugar y cuando filmo a veces cierro los ojos y filmo, y antes con la película filmaba sin el monitor, no es de escuchar el ruido del actor, es escuchar el viendo, para mí es capturar el momento, es la ambición y siempre será mi ambición porque para mí el cine es el arte que captura el momento, incluso cuando ves una película histórica, el arte del cine es poderoso porque crees que pasa ahora, crea su tiempo/espacio, es mi ambición en el cine, capturar lo que ves en el cine y lo que ves ahora, y yo proviniendo del medio oriente es algo pesado, no lo ves como sólo un filme, es como ver cine mexicano y menciono “esto es mexicano o coreano” y digo “es coreano”, pero sé que la gente no sólo ve la película como filme, carga muchos elementos, pero no tengo problema con eso.

El Líbano es un país árabe y como esto te afecta la situación política en tu vida diaria y trabajo

Todo te afecta, lo que tienes internamente en este contexto es que desde que nací en 1958 cuando ocurre una guerra civil, el contexto del Líbano es que es muy ruidoso y no debe de afectarte, estoy afectado pero no quiero decir por traumas, porque eso sería lo fácil, la interpretación psicológica es fácil porque llegas a un punto, a veces el impacto es diferente de la causa, estoy completamente impactado tengo 60 años y por siempre me va a afectar, siempre fui de izquierda y me afectó mucho en ese entonces, no es el impacto de ahora, es el impacto interno. Yo no diría como filmar en México, porque filmas por tus instintos, y las cosas de tu vida obviamente te afectarán, es una obsesión de capturar lo que está dentro de todos nosotros que nunca es. Lo peor es hablar de tu trabajo, puedo hablarte de otros pero no de lo mío (risas).

Los jóvenes viven ahora en un contexto violento y lo que escuchan en las noticias no son cosas positivas, nos gustaría saber cómo siendo un cineasta en tu contexto te liberas y escribes.

Es por temperamentos, yo puedo estar impactado y al mismo tiempo ver, no estar afectado, es lo más tenebroso para mí, porque es la reacción en todo: es lo peor. Llegó un momento en el que ya no pude ver a Beirut y en la filmación de “La montaña”, me parecía imposible filmar en Beirut porque no estaba en Beirut, en mi trabajo es importante tener distancia, no de lejanía pero sí tener la distancia directa entre tema y yo. Decidí no hacerla y le pregunté a mi productor “mira no creo que pueda hacer esta pero tengo un proyecto y espero que puedas acompañarme a esta nueva aventura” porque no quiero dirigir ahora y necesito ir a Beirut, a veces no tienes la distancia correcta porque para mí la cosa más peligrosa es no ver eso porque serás absorbido y harás lo que no quieres, será una necesidad y harás la película, y cuando inicias es como una máquina, me detuve antes de que la máquina se volviera loca. Para mí era importante porque no hago la historia de lo que pasa en Beirut, Beirut no es un set, es un espacio y tiene vibraciones y si no conecto con eso, ¿por qué lo haría ahí? No es sólo hacer una historia. Las películas buenas no son porque filman en un set, sino porque usan el lugar, están en el lugar, como Hitchcock, lo que trato de decir es no sólo quiero presionar el botón y filmar, si no me siento a gusto, me detengo.

¿Cómo convences a hacer tus películas?

Honestamente yo me lo pregunto, porque no soy taquillero, ninguna ha recaudado tanto dinero y me digo ¿Por qué hago películas todavía? (risas) una razón es por mi voluntad, tengo esta pasión y soy honesto en mis guiones, no hago trampas para seducir.

(Escucha fuegos pirotécnicos)

Es el inicio de la guerra (risas) estúpido chiste, lo siento. Otra son los festivales porque te dicen que sólo haces películas para festivales, olvidan que los festivales son para la gente que ven las películas, te doy un ejemplo: “El valle” se presentó 4 veces en Berlín y eran 2000 personas por función, eso no lo consigues en Beirut, el punto es el viaje porque así enseñas tus filmes, los festivales toman riesgos al mostrar películas que aparentemente no tienen audiencia, los festivales son una gran parte del por qué sigo aquí, porque la gente dice todo de ti, pero honestamente cuando hago una película digo ¿Me fallaré? Pero al mismo tiempo pasa algo: no hago películas caras, es importante y por ello no escribo sin esa noción, cuando sé que escribo pienso de tercer mundo porque soy de ahí, estar consiente de dónde soy me hace pensar de que si hago el filme debo saber que no puedo hacerla con un presupuesto imposible, no tengo nada en contra la gente que filma en diferentes planos y ángulos, no hay una forma de hacer cine, quien diga eso no le hagas caso. Es mi aportación al cine, si tuviera dinero, grabaría por más tiempo y le pagaría a todos. Estoy consciente de mi realidad económica.

Solías trabajar como maestro de cine, algún consejo de cómo en esta nueva tendencia tienen toda la tecnología.

Enseño de vez en cuando pero ya no como antes, hago workshop o sigo filmes de graduados. Cuando enseño, generalmente escucho al proyecto y lo genero a través del proyecto, cada proyecto tiene sus posibilidades y no me gustaría dar avisos, porque no es buena idea proviniendo de mí, el único que puedo dar es piensa en hacer tu filme y no en soñar tu filme, piensa en las posibilidades de hacer tu filme, cómo es tu filme y cómo puedes filmarlo.

Hablas de la confusión, a veces pensamos que necesitamos saber todo.

Sí y porque tenemos una gran ansiedad, no es normal hacer una película, no es como ir al restaurant porque es una oportunidad, si fallas, fallas y cuesta dinero y debes estar ansioso. El gran error de todos es querer controlar la ansiedad, es parte del ensayo, la confusión es normal y el error es no inspirar mucho al crew, es tu problema. He sido asistente de jóvenes y los veo en dos posibles resultados: histéricos o como Buda, y hacen cosas buenas o malas; sé lo que eres, no lo que supones que debes ser, es un momento condensado, y es un privilegio, pregúntale a un obrero si es un privilegio trabajar en una fábrica, tengo 60 años y mi padre me dice que si algún día tendré éxito (risas). Es sobre sé lo que tienes que ser, y debes ser directo para hacer a esa gente tus cómplices, cuando haces el cine recuerdas, me gusta trabajar con ellos, no hacerlos trabajar, no puedes aprender a trabajar en equipo, eso es por experiencia, siempre elige con quien trabajas, no elijas al mejor fotógrafo, elige con el que tengas complicidad, mucha gente hace el error de elegir al mejor, no tomen como queja que sean el mejor, pero trabajas con ellos semanas y es una experiencia de vida intensa, por eso mucha gente se enamora durante la película, que cuando termina la filmación se divorcian, es normal, es como tener un tiempo especial en la vida y es algo que estoy privilegiado de vivir.

 

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