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miércoles, abril 24, 2024

Culcha Candela, una propuesta alemana con mucho ritmo

Larsito, o Lars, de Culcha Candela, es un alemán con raíces colombianas.“Quien quiera ser estrella de la música pop debe estar dispuesto a trabajar más allá de la diversión”, dice Larsito. No basta con cantar y ensayar un par de veces. El que quiera llegar a los primeros puestos del ranking tiene que levantarse bien temprano y pasar no pocas noches durmiendo en el ómnibus que lleva al grupo de gira. Y tiene que aceptar que tendrá dos vidas.

‘Larsito’, su nombre artístico, es una marca que usa Lars –ese es su verdadero nombre- cuando se sube a un escenario, trabaja en un estudio de sonido o se presenta ante los medios en una conferencia de prensa. El apodo se lo dio su padre cuando era chico, y, según Lars, “describe perfectamente mi identidad germano-colombiana”. Su nombre artístico es un puente entre lo privado y lo público, entre la vida personal y la vida sobre el escenario. Y la edad, el apellido y la historia familiar son exclusivos de la persona que se oculta detrás del artista. “Pero lo que hago -lo que canto, el mensaje que transmito a través de Culcha Candela- todo eso es auténtico”, dice Larsito.

La banda Culcha Candela es un fenómeno del pop alemán. Existen como grupo desde hace diez años y hacen música, a veces hip-hop, a veces reggae, y algo de salsa. Y siempre con buena onda y un poco de crítica social, ingredientes que resultaron en canciones exitosas como “Hamma!”, que ocupó el primer puesto en el ránking alemán durante seis semanas, y cuyos discos de platino el grupo exhibe con orgullo.

El sonido de Culcha Candela es tan colorido como los seis integrantes del grupo, cuyas raíces están en Corea, Polonia, Uganda y Colombia, pero nacieron y crecieron en Alemania. Los textos de sus canciones, eso sí, son en alemán. “Eso es lo que entienden nuestros fans y esa es la cultura que queremos representar”, dice Larsito.

Y en Alemania se desarrolló un estilo propio en los últimos diez años: el pop alemán, lo suficientemente osado como para combinar ritmos de todo el mundo y textos en alemán. “Pero todavía hay mucho por hacer”, dice Larsito. En otros países, el folklore está mucho más presente en el acervo cultural, señala el músico. Los EE. UU. tienen el jazz, Brasil la samba. Y cuando se piensa en Alemania, se piensa sólo en marcha militar e instrumentos de viento. Pero el hecho de que se emitan más canciones alemanas por radio es un paso adelante, para Larsito, “una evolución que comienza a producirse lentamente”.

Claro que Culcha Candela es parte de esa evolución. Larsito trae al grup sus genes musicales colombianos. Su padre, también músico, llegó a fines de los años 70 de gira a Berlín, conoció a una joven alemana, se enamoró y se quedó. Su hijo creció en Berlín como “alemán con raíces colombianas”, un alemán que define su relación con el ritmo de la siguiente manera: “En Colombia bailan los niños ya a los tres, cuatro años, y se escucha música las 24 horas del día”. ¿Y en Alemania? También se vive rodeado de ritmos, aunque sean las fases del semáforo, las horas extra en la oficina o la tabla de la Bundesliga, explica Larsito. “El ritmo está por todas partes”, dice, con lo cual el cliché del alemán duro para moverse deja de ser válido, ya que “encontrar el ritmo depende de la disciplina personal, no del origen”, concluye el integrante de Culcha Candela.

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Con información de DW

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