León, Gto. Con la llegada de la Cuaresma, las tradiciones religiosas y festivas resurgen en la ciudad, entre ellas la de los cascarones decorados, un símbolo de alegría y buena suerte para quienes los rompen en la cabeza de familiares y amigos.
Podría interesarte: “Ni un periodista asesinado más”, protesta gremio en Guanajuato
Ana Belén López Estrada, de 45 años y vecina de la colonia Medina, mantiene viva esta tradición desde hace 25 años.

Como cada año, instaló su puesto afuera de la parroquia del Señor de la Salud, en la colonia Obregón, donde ofrece sus coloridos cascarones.
Desde meses antes, junto a su familia, Ana trabaja con paciencia y precisión para crear estas pequeñas obras de arte.

“Son como unas mil piezas las que preparamos. Es todo un arte porque hay que hacer el agujerito con mucho cuidado”, contó.
Su puesto se distingue por la variedad de diseños y personajes plasmados en los cascarones, además de bolsas y canastas llenas de estos huevos pintados y rellenos de confeti.
Para Ana, la venta de cascarones era aún más fuerte hace años, cuando el Domingo de Carnaval marcaba el inicio de la Cuaresma, con una gran batalla de agua y coscorrones de confeti, harina e incluso con huevos con su clara y yema.
“La tradición se ha ido perdiendo, antes era más bonito porque venían muchos niños, pero ahora han crecido y ya no vienen”, lamenta.

Aun así, su creatividad sigue atrayendo clientes.
Entre sus diseños destacan personajes como Mario, la Princesa Peach, Kuromi, Goku, El Chavo del 8, Mickey Mouse, así como figuras religiosas como un ángel y la Virgen de Guadalupe.
Más allá de su aspecto lúdico, romper un cascarón en la cabeza es visto por muchos como un augurio de buena suerte y un gesto de amistad.

Gracias a artesanas como Ana, esta costumbre aún se mantiene en León, recordando que la Cuaresma no solo es un tiempo de reflexión, sino también de convivencia y tradición.