León, Gto.
Uno de los eventos que ha estado obteniendo audiencia entre los leoneses es el de Turbo Bazar. Un espacio de chácharas en el sentido más simple pero para los que somos aficionados a este fenómeno -o chachareros- las chácharas se vuelven oportunidades de encontrar tesoros, y a un nivel mayor, el encuentro con recuerdos del pasado.
El mantra de “la basura de uno es el tesoro del otro” es algo demasiado real.
Turbo Bazar estuvo presente en un fin de semana bastante concurrido dentro de la ciudad con el cierre de la FENAL, pero independiente de ello tuvo su audiencia y sobre todo una serie de presentaciones bastante atractivas con el tema de reflexionar el coleccionismo. Este año inauguraron un espacio dedicado a la colección de vinilos y con ello, pláticas respecto al tema.
Tuve la oportunidad de asistir a la primera de ellas, en donde me encontré con un viejo amigo: Gustavo Tejada -que tuvo el honor de ser uno de los primeros entrevistados he realizado en mi ejercicio periodístico hace ya más unos años atrás- acompañado de Esteban Cisneros y Beto Cronopios: amantes del vinilo que intentaron dar una apreciación sobre el por qué iniciaron en este hobbie.
Esteban Cisneros: Hay que hacer la diferencia entre coleccionista y acumulador, yo en lo personal compro dependiendo de la música para cada momento, para mí la experiencia de tener algo en físico es algo importante, es de luchar contra los fantasmas, las cosas etéreas que no son cosas… creo que los acumuladores y coleccionistas tenemos un amor por el objeto, el objeto es muy importante. Nos hacemos de objetos y si empezamos la colección necesitamos ciertos recursos y espacios, y disciplina. Debe de haber ciertos criterios, conozco coleccionistas disciplinados que saben lo que quieren ¿Cómo iniciaron en este mundo y qué recomendación le darían a una persona que quiere iniciarse en la compra de discos?
Beto Cronopio: Yo comencé a comprar desde los ochentas. La idea de comprar el disco, quitarle el celofán, olerlo, checar las letras y el póster era algo que me sigue pareciendo atractivo, con el tiempo eso ha cambiado y quizás una persona joven no sepa qué hacer con él. Si alguien se acercara a iniciar una colección de discos la principal recomendación es la de invertirle dinero y para mí más importante es tiempo, conocer lo que vas a conseguir y de qué va a ser tu colección. Es un trabajo artesanal con el que te acercas a gente que sabe más que tú, tú al acompañarlo o al conversar te das cuenta de lo que es importante.
Te vas a enamorar de tu colección, de los trayectos para ir a tiendas, bazares y mercados de pulgas y encontrar joyas a precios baratos y lo comentas con tus amigos. Miren, encontré un disco de 1000 a 100, pero la verdad es que ese ingreso no va a regresar hasta que lo vendas y eso es casi imposible de que ocurra. Tienes que saber que no vas a conseguir todo y debes tomar en cuenta que si quieres ser un completista o tenerlos en estado de excelente presentación.
Esteban: ¿Y por qué coleccionas?
Beto: Yo creo que es porque quieres tener todo el paquete porque sí, en la radio o en Youtube tienes la rola pero hace falta todo el evento.
Esteban: Esto tiene que ver mucho con la anécdota ¿Por qué hay romanticismo en el acto de coleccionar discos?
Beto: Es curioso que adoptamos actitudes adolescentes en donde queremos presumir de que tenemos esto y esto, pero en determinados círculos con gente con la misma pasión, el hecho de escuchar la misma música, es un ritual y es una aldea y un grupo de extraños que nos hermanamos en el hecho de escuchar música, ya si lo acompañamos con un whiskey o cerveza o café es un plus. Por ejemplo estábamos hace poco escuchando el Abbey Road y yo tenía mucho que no los escuchaba completo de lado A a lado B, y es un disco al que le sigo encontrando cosas nuevas, que además se acrecientan con mi edad y su acompañamiento.
Esteban: 5 Discos esenciales para Beto.
Beto: Sargento Pimienta de los Beatles, Pet Sounds de los Beach Boys, Blonde on Blonde de Bob Dylan, el Ritual… su primer disco y el primero de Los Locos del Ritmo.
Esteban: Ahora es el turno de Gustavo Tejada de Melomanía, un conocedor de música y cómics y un sujeto peculiar, jugador de hockey. Gustavo cómo empiezas tu colección.
Gustavo Tejada: Yo lo hacía desde que era chavo. recuerdo a mi padre con el disco de Led Zeppellin II y veía a mi padre escuchar ese disco de manera particular, con el tiempo me vuelvo un poco más quisquilloso con el hecho de juntar los discos, y pensaba en cómo algo plano y negro provoca sentimientos y empiezo a buscar entre sus colecciones, veo como funcionaba la tornamesa y aprendí poco a poco. Me toca el cambio del vinil al cd y como seguía enamorado de esa parte para mí era importante mantener la fotografía de mi padre escuchando a Led Zeppellin II. En una comida familiar le pregunté a un tío que tenía una colección impresionante de discos que qué iba a hacer con su música, tenía una imponente máquina Fisher con cassettes, recuerdo que los levaba en blanco para poder grabar música.
Le dije que si me los regalaba o vendía, respondió que sí y fui muy afortunado, a eso se le unió otro tío que me decía “también llévate los míos”, en eso agarré como 5000 discos entre tíos y amigos. Me volví un acumulador pero claro que tenía discos favoritos, y discos que rechazaba, aunque con el tiempo miro a esos discos que rechacé y vendí y me pesan. Los que quería los limpiaba y cuidaba de manera especial porque para mí la idea de que ya no iba a haber más viniles. Acumulé una gran cantidad hasta que mi padre me dijo qué iba a hacer con ese mundo de cosas, empieza a cambiar o a vender porque además es un espacio de grandes discos. Empezamos a cambiar y a vender y así surge Melomanía.
Esteban: Mencionas lo importante que se vuelve un objeto de plástico y cartón ¿Qué tan fetichista es un coleccionista?
Beto: Sin duda cada quien tiene rituales personales, por ejemplo yo no toco mis discos, es una herejía eso, para mí es tenerlo, abrir un disco es un problema pero escucharlo es más, siento que la aguja le quita algo de vida. Ya tengo la música con el mundo del internet, por eso no lo abro, un amigo de Oaxaca me decía que es como tener una novia y no besarla y pues sí (risas), cada quién. Un amigo me comentaba que eso sólo lo hacía de manera solitaria sin la molestia de las demás personas y sonidos.
Esteban: Yo sí creo en que debes girarlo.
Gustavo: Igual, no puedo pensar en un disco y no olerlo, sacarlo, limpiarlo, sentarse a escucharlo… yo sí soy de escucharlos, mi fetiche va a la parte de tenerlo en versiones internacionales, como The Wall inglés, alemán, gringo… siempre lo pones y escuchas algo diferente y calidades. Hay discos hasta turcos que tengo, de esa forma este es mi fetiche, encontrar los discos que me gustan
Esteban: Yo tengo un amigo que se sabe hasta el número de registro del disco, y esta experiencia lo hizo a llegar a ser un arqueólogo. En un mundo donde la música mainstream tiene la música por internet qué valor tiene la música en físico.
Beto: Encontrarás gente que te da tipos y revistas, en los primeros pasos hay escuelita pero te metes al bosque y es investigación por tu cuenta. Es muy fácil escuchar una sesión alterna de los Beatles, pero no sabes el contexto y llega un momento en el que te clavas tanto y al escuchar los coros sabes qué Beatle estaba en la sesión del disco. En ocasiones no hay brújula o material que te guíe, es aventarte al mar y en este tema.
Esteban: Creo que la recompensa es emocional, porque te gusta y conectas con gente igual, y se vuelven pequeñas comunidades.
Gustavo: Me he encontrado con gente coleccionista que busca un disco en específico porque ni el streaming lo tiene, nos da un parteaguas porque la música que nos gusta se hizo en vinil, y una segunda parte se hizo en cd, muy poco queda en digital, en mi caso particular creo que hay ediciones que se reeditan y definitivamente no las encuentras en formatos modernos, se pierde el acerbo en cuanto a todos los títulos que había.
Esteban: Se pierde mucho el contexto de la música en tiempos digitales, las letras, o los músicos que estaban en la sesión. La inmediatez pierde su contexto, que se modifique la música, se convierte en un producto vendible, tiene que ver con la música rock/pop de la segunda mitad del siglo XX
Beto: También hay que recordar que la versión mono aural es algo que sólo se queda en discos de vinilo, porque incluso las reediciones se suelen presentar en el formato estéreo. También no es lo mismo una edición inglesa a una latina del mismo disco o inclusive una japonesa porque la calidad es mejor en Japón.
Gustavo: Algo que agrego Beto es que en diferentes partes del mundo hay ediciones que se destacan de otras, los mejores viniles son los japoneses y luego los ingleses, y yo recuerdo los de KISS gamma nacional que son maravillosos, por encima de los japoneses, plastificados y de vinil de 180 hasta 240 gramos, es cierto pero hay ediciones resaltables dentro de todo esto.
Beto: O Let it Be del box set inicial de 1970 con vinil y libro que son sólo de 8 países: México Peru Inglaterra, Estados Unidos, Holanda y Alemania, Japón y… se me olvida el otro pero es un espacio de Europa. Conseguir los box set primera edición es un reto.
Esteban: Esos de Kiss en México se vende muy bien en internet, es de las pocas grandes recompensas económicas que he tenido en eso de vender discos
¿Qué pasa con la música en discos o cassete? recuerdo a un coleccionista de León que desenterraba discos de cumbia de los 80 y 90, porque no encontraba el sonido que quería en tiempos modernos, y así les daba una segunda vida. Es un caso local pero hay casos internacionales como el folk revival y northen soul. Y para terminar, veo dos vertientes: el elitismo y la vertiente en donde se acumula música para darla a conocer, en internet hay muchos locos que suben música para que tenga segunda vida ¿Se pueden conciliar estas dos vertientes?
Beto: Tengo un caso propio favorable, cuando era joven grababa programas de radios de Julia Palacios y en un momento los digitalicé y mandé a limpiar para hacer una cita con Julia que ya por ese entonces estaba en otro rollo. Le di un cd con sus programas y oh sorpresa, ella ni tenía esos programas, al ver ese resultado lo compartía con mi círculo de conocidos, en donde me pedían más material pidiéndome una portada y de manera casi oficial.
Esteban: Gustavo, se me pasaron tus 5 discos favoritos, yo sé que es una pregunta castrosa (risas)
Gustavo: Es que no es fácil, pero concuerdo con algunos, SGT Pepper es el mejor disco que he escuchado en mi vida, Tool es una gran banda y me gusta mucho AEnima, el primer disco de Premiata Forneria Marconi, de ahí sigo con el progresivo, me gusta mucho Animals de Pink Floyd y el primero de Banco de Muto soccorso, puro rock progresivo italiano.
