Celaya; Gto.- Fernando Amate Zúñiga, cronista de la ciudad, sufrió de cinco infartos cerebrales hace una semana, mismas que lo separaron de sus actividades por un mes para recuperarse en su hogar y regresar para encargarse de la agenda cívica y los libros que lleva en proceso.
“Tengo reposo absoluto y espero reincorporarme en dos a cuatro semanas (…) No haya secuelas, tengo las condiciones para laborar, movilidad del lado derecho hasta un 80 por ciento y pierna en un 50 por ciento”
El Cronista Amate Zúñiga reconoció que cumple con una terapia física para recobrar la movilidad de sus extremidades, pero no sufrió de ningún efecto cognitivo, por lo cual, solo espera el análisis médico del cardiólogo para retomar sus actividades cotidianas.
“Nadie somos indispensable, pero el trabajo de cronista lo puedo cumplir con la agenda cívica en coordinación con Comunicación y Eventos Especiales del Gobierno Municipal y continuar con la redacción del libro “Los Barrios de Celaya”.
Fernando Amate lamentó que, debido a la pandemia y el recorte presupuestal en varias de las dependencias de la administración municipal, su oficina no cuenta con un asistente el cual estaba previsto pero fue prescindió, ahora se haría la solicitud para reincorporarse.
