Guanajuato, Gto. La campaña que implementó el gobierno de Alejandro Navarro con cubrebocas en esculturas de la ciudad, entre las que destaca El Pípila, es una buena medida para concientizar a la población sobre su uso, consideró el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), David Jiménez Guillén.
En entrevista, aclaró que el municipio no incurrió en ninguna irregularidad pues las esculturas a las que se les colocó un cubreboca con la leyenda ¡Póntelo!, no forman parte de los monumentos históricos.
Esto en relación a la solicitud que hizo la regidora del PVEM, Ana Bertha Melo González, para que se retirara la promoción del uso de cubrebocas “en recintos históricos”, pues a su decir fue una falta de respeto y de cultura.
“Nuestra responsabilidad es proteger, cuidar estos recintos. Así nos lo refiere la Ley, publicado en el Diario de la Federación el 6 de mayo de 1972, con una reforma el 16 de febrero del 2018. Donde precisamente habla del cuidado, respeto y conservación de los monumentos. No nos dejemos llevar por ocurrencias o buenas intenciones”, dijo en sesión del Pleno del Cabildo.
Sin embargo, el director del Centro INAH Guanajuato, reiteró que las esculturas donde se pusieron cubrebocas, no son monumentos históricos.
“Es algo que no es de nuestra competencia, excepto cuando se trata de monumentos históricos, El Pípila y las demás, no son monumentos históricos como tal, son contemporáneos, son siglo XX, son esculturas, no es competencia de nosotros”.
Incluso comentó que el gobierno municipal hizo de conocimiento del INAH sobre la campaña, y el instituto recomendó que se respetarán los elementos históricos como la escultura de la Paz y las musas, lo cual fue atendido.
“Consideramos que es buena la propuesta de concientizarnos para el uso de cubrebocas, ha sido una campaña que no es exclusivo de Guanajuato, en muchas ciudades se ha dado”.
El pasado miércoles se lanzó la campaña, y El Pípila fue la principal escultura que desde la mañana lució un enorme cubrebocas azul, otros se colocaron en las esculturas de Don Quijote y Sancho Panza en la plaza Allende, entre otros.
