Celaya, Gto. Una tradición de cientos de años, que quizá las generaciones degradaron, cambiaron los rezos por la detonación de petardos y la devoción por la cerveza, pero la festividad de San Juan Bautista, en la comunidad de San Juan de la Vega, aún eleva plegarias en espera de un milagro.
Los fieles cargaron a su Santo Patrono desde el templo en el Jardín Principal, hicieron su recorrido por la comunidad y visitaron los 12 altares en diferentes casas, donde dieron posada, rezaron y comieron.
A menos de dos kilómetros de distancia, un grupo de 100 personas de todas las edades, cargaban sus marros, entraban y salían al predio de media hectárea donde buscaban piedras y colocaron un trozo de riel.
Las detonaciones de los petardos, elaborados con clorato de potasio con azufre, retumbaron el suelo y el estruendo se escuchaba en toda la comunidad; la fiesta de atracción mundial parecía una competencia de quién tronaba más fuerte.
Protección Civil montó una base con apoyo de paramédicos de Cruz Roja, se contabilizaban 52 heridos por pedazos de piedra y esquirlas, ninguno de gravedad, pero solo dos fueron llevados al Centro de Atención Inmediata de Salud.
La intención era concentrar a los participantes en una misma zona, pero aunque pocos se dispersaron por toda la comunidad y colocaron petardos al paso del tren, cada estruendo fue observado por unos 600 espectadores.
Bomberos reportó que por la mañana hubo un incendio en una casa, donde tres personas resultaron con quemaduras leves, debido a un flamazo cuando elaboraban los petardos para la festividad.
Y aunque se había dictado ley seca, en la zona de tolerancia para detonar, ahí donde se armaban los petardos, dentro de las mochilas guardaban las cervezas, otros caminaban con sus bebidas en la mano ante la mirada de los policías.
