Guanajuato, Gto. El Museo Regional de la Alhóndiga de Granaditas reabrió sus puertas al público después de seis meses de estar cerrado por la pandemia del COVID-19.
El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, David Jiménez Guillén, informó que para la reapertura se implementaron estrictos protocolos para garantizar la salud tanto del personal como de los visitantes y evitar contagios de coronavirus.
“El 22 de marzo fue el día que tuvimos el último visitante, y después de seis meses dos días, reabre sus puertas el Museo Regional de la Alhóndiga, nos da mucho gusto porque se trata de un hecho que está bajo la observancia de todos los protocolos federales, de la Secretaría de Cultural, del INAH y del Centro INAG Guanajuato”.
Mencionó que para poder entrar al museo los visitantes tiene que portar cubrebocas, se les toma la temperatura y se pide evitar aglomeraciones.
Por parte del museo, los empleados usan cubreboca, sanitizan y desinfectan los espacios, además de la señalética recomendada.
Los recorridos y el número de visitantes se limitaron a máximo 70 personas distribuidas en las dos plantas del museo, y los días también fueron restringidos, anteriormente el museo abría de martes a domingo, con esta nueva normalidad solo recibirá visitantes de jueves a domingo de 10 de la mañana a 4 de la tarde.
Cuesionado sobre cuántos fueron los ingresos que dejaron de recibir por el cierre del museo, el director del INAH dijo no tener el dato, sin embargo, afirmó que se trata de un monto considerable.
Reabren espacios culturales
David Jiménez dijo que a pesar de las pérdidas económicas que pudieron haber registrado, lo importante es que de manera paulatina se han reabierto los espacios culturales, con todas las medidas de sanidad.
El pasado 29 de agosto se abrieron las cinco zonas arqueológicas que hay en la entidad, y luego del Museo Regional de la Alhóndiga de Granaditas, esperan reabrir la Casa de Allende en el municipio de San Miguel de Allende, y la casa de Hidalgo en Dolores Hidalgo.
“En lo otros museos que administra el INAH tenemos un poquito de reserva, como es la Francia Chiquita en San Felipe y la casa de Doctor Mora en Comonfort, una sala en Salamanca y el extraordinario Museo de Yuriria, todavía se revisan algunos aspectos para garantizar la salud de los trabajadores y visitantes, es lo que más nos interesa que todo se de bajo estricto apego a protocolos”.
