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jueves, abril 25, 2024

Polonia está de luto: Falleció Krzysztof Penderecki

León, Gto.- Este domingo Krzysztof Penderecki acaba de cerrar los ojos por última vez, a la edad de 86 años y el mundo de la música no volverá a ser el mismo. Con la pérdida de Penderecki, Wojciech Kilar en el 2013 y Henryk Gorecki hace 10 años atrás, Polonia se queda huérfana en el terreno de compositores imponentes del siglo pasado.

Penderecki fue un representante del modernismo de la música por los años sesentas y a partir de la década posterior, también sería irónicamente el ejemplo clave sobre la falla de los principios del estilo aplicado musicálmente, al interesarse más en el énfasis, más que en el sonido propio de la obra. Las texturas de su música reemplazando temas y tonalidades como parte de una construcción musical y el uso de letras de una evocación romántica.

Nacido el 23 de Noviembre de 1933 en Dębic, Penderecki fue el séptimo hijo de Tadeusz Penderecki y su pareja Zofia Wittgeinstein, proveniente de una cultura híbrida gracias a su herencia Armenia y Alemana, otorgada por sus abuela y abuelo maternos respectivamente. Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, la familia de Penderecki se mudaría de su departamento -usado en ese entonces por parte del ministerio de comida- a una casa, cuyos antiguos dueños fueran judíos polacos. Hay que entender que durante la ocupación de los alemanes a Polonia, el desarrollo de obras musicales quedó en pausa, no sería hasta el término del conflicto bélico que los polacos comenzarían a desarrollar un canal de escuelas, conservatorios, orquestas radiofónicas y revistas dedicadas al tema; para este punto -1946- Penderecki comenzaría a estudiar violín por parte de Stanisław Darłak, maestro conductor de la banda militar de Dębic y persona por la que este comenzaría a desarrollar su interés en la música.

Tras su graduación en 1950, Penderecki se mudaría a Cracovia, en donde terminaría estudiando filosofía, historia y literatura en la universidad Iaguelónica, además de continuar estudios de violín con Stanislaw Tawroszewicz y teoría musical por parte de Franciszek Skolyszewski y en 1954 terminaría sus estudios de violín para pasar a los estudios en composición. Para cuando Penderecki se encontraba en este punto, Polonia estaba recibiendo las consecuencias del abandono del estalinismo, que significó una censura cultural que él y su generación estaban por demeritar.

En 1959 obtuvo su primer reconocimiento con la premiere de Strophen, una de las primeras obras en ganar el premio de la segunda competición nacional de nuevos compositores. En 1960 Penderecki completó Anaklasis y ese mismo año obtendría fama internacional, con la Trenodia a las víctimas de Hiroshima, de ocho minutos y 37 segundos de duración -los cuales de hecho eran el título original- el cual compuso particularmente sin las víctimas en mente:

La composición sólo existía en mi imaginación de forma muy abstracta, fue hasta la grabación con Jan Krenz que pude escucharla en vivo y me golpeó la carga emocional del trabajo; encontré desafortunado el anonimato de las figuras de mi obra, busqué asociaciones y finalmente decidí dedicársela a las vícimas de Hiroshima.

Penderecki posteriormente declararía que su Trenodio a las víctimas de Hiroshima “expresaba su convicción para que los sacrificios de Hiroshima no fueran olvidados en el tiempo”. Trenodio a las víctimas de Hiroshima obtendría el primer premio del tribunal internacional de compositores de la Unesco en 1961.

Al año siguiente, Penderecki entregaría Fluorescencias, una obra mucho más abstracta y densa, enfatizando el viento y el metal, con una sección de percusiones de 32 instrumentos para seis músicos entre los que incluía gongs, una máquina de escribir, y una sirena. Fluorescencias sería una muestra más del estilo provocativo y controversial del compositor.

Penderecki abandonaría las pretensiones exploratorias de esta etapa para en 1966 entregar otro de sus trabajos más memorables: La pasión de San Lucas. Un trabajo de encargo por parte de la estación de radio Westdeucher Rundfunk para conmemorar el aniversario número 700 de la catedral de Münster.

https://www.youtube.com/watch?v=heyFT_AGffw

A pesar de ser considerado un traidor del estilo que popularizó, Penderecki siguió en la etapa sacra con trabajos como Dies Irae de 1967 y el Requiem Polaco, trabajo que terminó hasta el año del 2005. Para 1969 Penderecki estrenaría su primera ópera Los demonios de Loudun, una ópera en Alemán de tres actos inspirada en Los demonios de Aldous Huxley; Por esa etapa e iniciando los setentas, Penderecki comenzaría a lanzar sus sinfonías, comenzando en 1973.

Durante los ochentas, Penderecki y su familia se mudarían a Luslawice, al este de Cracovia, en donde organizaría festivales de música de cámara al lado de su esposa durante el año de 1980, 1983-84, y en el último año obtuvo el encargo de Lech Walesa de componer una obra en conmemoración de los asesinados durante las protestas en contra del gobierno en 1970; así, Penderecki terminaria componiendo Lacrimosa, la cual terminó por actualizar en el Requiem Polaco, el cual tuvo revisiones durante 1993 y 2005. El Requiem sería estrenado durante la conmemoración número 40 del fin de la segunda guerra mundial en Estocolmo, Suecia el 28 de Septiembre de 1984.

https://www.youtube.com/watch?v=EEAv2OGGHtc

Entre los últimos trabajos que realizaría, sería un trabajo de coro en conmemoración al centenario del genocidio armenio, estrenado el 26 de Mayo de 2015, y una òpera basada en Phaedra de Racine bajo el encargo de la Wiener Staatsoper.

El impacto de Penderecki por supuesto que no sería el mismo dentro de la cultura popular gracias a que su música de lamentos y momentos oscuros, terminaría siendo adoptada por varios directores de cine. El Exorcista (William Friedkin, 1973) usaría Polymorphia y el Cuarteto de cuertas y Cánon para orquesta y Cinta.

Stanley Kubrick adoptaría el sonido de Penderecki para El resplandor de 1980, usando seis piezas: Ultrenja II -Ewangelia KanonPaschy, Przebudzenie Jacuba, De natura sonoris 1 Polymorphia.

Alfonso Cuarón usaría la Trenodia para las víctimas de Hiroshima en Hijos de los hombres (2006)  y curiosamente Martin Scorsese usaría la sinfonía número 3 -no hay muchos usos de sus sinfonías dentro del cine- para la introducción de La isla Siniestra en el año del 2010.

 

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