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viernes, abril 19, 2024

Decir groserías reduce el dolor

Un estudio de la Universidad Keele, en el Reino Unido, descubrió que si maldices después de haberte golpeado, se reduce el dolor.

A un grupo de hombres y mujeres se les pidió que listaran cinco “malas palabras”, destacando la que más usarían en el momento de lastimarse y cinco “palabras aburridas”, como las que usarían para describir una mesa, por ejemplo. Luego, se les pidió que sumergieran una de sus manos en agua, a una temperatura de 5° Celsius. Además, se tomó su frecuencia cardíaca antes y después de hacerlo.

Después se les permitió a los participantes usar las palabras “aburridas” y, en la otra, tuvieron permiso de maldecir como si de ello dependiese su vida. La hipótesis era que, al usar las maldiciones, los sujetos se harían más conscientes del dolor que estaban recibiendo y que entonces lo soportarían menos.

Quienes maldijeron, lograron mantener más tiempo la mano sumergida, además de que no sintieron tanto dolor como quien usó palabras normales. Por la manera en la que latían sus corazones, parecía que se había activado el impulso que nos obliga a huir o enfrentar una situación de peligro físico.

Las mujeres resistieron mejor el dolor si decían maldiciones sin parar un momento. Sin embargo, los hombres que tendían al catastrofismo, resistieron menos.

Con información de Neuroreport.

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