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sábado, abril 20, 2024

El clima puede aumentar los delitos

Andreas Lohmeyer que dirige el departamento de lucha contra el crimen en la Policía de Hamburgo. Trata de descubrir cómo el clima afecta a ciertos delitos.

Su idea no es nueva, desde el medievo la Ley de los Frisios había establecido una penalización dependiente del estado del tiempo: “Unas ciertas condiciones climáticas aumentan las posibilidades de ciertos delitos”.

También el filósofo francés Barón de Montesquieu propuso en 1748 que las leyes debían guiarse por el clima, porque las diferentes condiciones atmosféricas tenían efectos diversos en las personas. Especialmente el viento del este, escribía Montesquieu, tenía consecuencias fatales: llevó a muchos ingleses al suicidio.

Voltair incluso mencionó el tiempo como causa de la caída de dos gobernantes ingleses: Karl I no hubiera sido decapitado ni Jakob II hubiera sido depuesto de no ser por los “devastadores efectos” del viento del este.

A finales del siglo XIX, el profesor italiano Cesare Lombroso comparaba las revoluciones y disturbios que se dieron entre 1791 y 1880, y dedujo de ello un “claro máximo veraniego”. El psiquiatra forense alemán Gustav Aschaffenburg calculó en 1913 que en el mes de junio “se producen muchos actos lascivos, y en julio delitos sexuales de todo tipo”.

Hoy en día, el reporte meteorológico se tiene en cuenta en el trabajo de la policía. Los reglamentos del servicio requieren incluso que el clima se considere en las evaluaciones policíacas. También las escenas del crimen cambian sustancialmente según la influencia del tiempo. ¿Pero se pueden extraer conclusiones definitivas sobre si el criminal estuvo influenciado por las condiciones atmosféricas?

Lohmeyer ha cotrastado innumerables datos meteorológicos con estadísticas criminales. Tiene a su disposición doscientas variables atmosféricas, distribuidas en base a la hora, para cada día de los últimos veinte años. “Esto supone fácilmente unos 36 millones de datos, más 175,000 documentos de las estadísticas criminales de la policía”, explica el criminólogo.

Algunos tipos de delitos son más susceptibles a las condiciones meteorológicas que otros. Por ejemplo, delitos de robo, fraude y drogas no están especialmente influenciados por el tiempo. En cambio, los actos de brutalidad con agresiones personales aumentan con el calor, dice Andreas Lohmeyer. Según él, se puede calcular de forma más o menos exacta, aunque es sólo una estadística. “Por cada aumento de un grado Celsius sube el número de delitos en un 0,7 por día”.

Teniendo en cuenta el día de la semana y la cantidad de horas de luz solar, se puede calcular que en un domingo caluroso de agosto pueden darse hasta 82 actos de brutalidad. En un martes gris y frío de marzo, el número desciende a 51. Una significativa diferencia.

También los delitos sexuales aumentan en frecuencia en días calurosos. El dicho de que “cuando hace calor, es más peligroso para las damas” no es nuevo, pero ahora está confirmado científicamente.

Con información de DW

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