Por: Cecilia Rosillo
Que si eres hombre y no te importa el tamaño es porque lo tienes chiquito, que el macho alfa es quien tiene unos genitales bien dotados, que si a las mujeres sí les importa, pero dicen que no porque sus parejas lo tienen pequeño, que los penes grandes dan más potencia sexual, que sólo lo grande es de presumirse, que eso de que lo importante es “el juego y no el juguete” es consuelo de tontos, que si los negros son los mejor dotados, son sólo algunas de las frases y lugares comunes más conocidos alrededor de la polémica sobre el tamaño de los genitales masculinos.
La dimensión del pene sigue siendo, para muchos varones, tema principal de la sexualidad masculina del siglo XXI, pese a que se ha comprobado que la mayoría de las mujeres no prestan tanta atención al tamaño como a la capacidad de erección y grosor de éste.
Sin embargo, para el sexo masculino, el tamaño de sus genitales, incluidos los testículos, desde tiempos ancestrales le ha significado parte de su virilidad, de su potencia sexual entre sus congéneres más que simplemente una forma de complacer sexualmente a las mujeres.
Por el tamaño del pene han ocurrido cosas extremas en la conducta humana a lo largo de la historia, como fomentar el racismo o justificarlo; así, en la época de la esclavitud norteamericana se decía que los hombres de raza negra no eran humanos sino bestias porque el tamaño de sus genitales era tal que opacaba a sus cerebros, lo que los hacía seres sin control de sus instintos, cuando la realidad era que éstos ejercían una sexualidad más desinhibida que los hombres blancos, reprimidos por la religión.
De tal manera, aún hoy el tamaño del pene a los varones les importa a nivel racial, por lo que empresas como Targetmap se han dado a la tarea de poner en el mapa los penes de acuerdo con sus tamaños y definirlos por regiones.
Así, queda claro que son los africanos quienes tienen los penes más largos, siendo los varones de El Congo los que alcanzan un promedio de 17.93 centímetros.
En segundo lugar se encuentran los hombres de Ecuador, que tienen penes promedio de 17.59 centímetros, seguidos por otros africanos: los de Ghana promedian 17.12 centímetros de pene, y atrás de ellos se ubican los colombianos, con miembros de 17.03 centímetros.
En este primer grupo de bien dotados están otros latinos: los venezolanos y bolivianos, que están en el promedio que se contempló de un rango de 16.10 centímetros a 17.93.
Para tranquilidad de los mexicanos, sus penes se colocan en el segundo grupo por zona geográfica, con promedio de 15.68 centímetros, donde también están Brasil, con 15.7 cm, y Perú y Chile con 14.59.
Este segundo grupo mide de los 14.88 a los 16.10 centímetros de pene.
A la mitad de la tabla se ubica España con 13.85 centímetros y el último lugar en el mundo lo tiene Corea del Sur con 9.66, después India con 10.24, seguido de China de 10.89 e Indonesia con 11.67cm.
Estados Unidos se ubica en el cuarto grupo con 12.9, por debajo de Canadá.
Tarea Kamasutra
Otra de las posturas que es de mucha ayuda para lograr orgasmos en la mujer combinando la penetración con la estimulación de los pechos es la conocida en los Kamasutras convencionales como el sometido.
Para llevarla a cabo es necesario que el hombre se coloque acostado sobre su espalda mientras ella se sienta a horcajadas dándole la espalda.
En esta posición, el movimiento pélvico está marcado por la mujer quien determina tanto la profundidad de la penetración como el ritmo.
Para realizarla de manera más cómoda y dar lugar a que el hombre estimule los senos, ella puede dejarse caer un poco sobre su espalda colocando las manos a lo largo del cuerpo de su compañero y haciendo la cabeza hacia atrás.
De esta manera, él puede acariciarla sin ser visto, lo que genera más excitación a la postura, ya que también ella puede disfrutar de ser tocada mientras lleva el mando en el coito.
Por otra parte, esta posición no requiere de mucha condición física y puede sostenerse por bastantes minutos. Además el ángulo de penetración es muy excitante para ambos.