León, Guanajuato.-Tras dos años de restricciones por la pandemia, la tradicional fiesta a San Nicolás Tolentino en el Barrio Arriba, lució abarrotada con cientos de personas que disfrutaron de diversas piezas de pan.

Desde temprana hora de este sábado, se colocaron más de 200 puestos en las inmediaciones de la calle Aquiles Serdán, Moctezuma y Constancia para concluir la festividad con la icónica venta de canastas de palma y panes en miniatura.
Magdalena, quien pertenece a una familia panadera leonesa, tiene cerca de 40 años vendiendo en esta festividad, tradición que trae de sus abuelos y padres.

“Se compra el pan y se va al templo a bendecir; ya después bendecido si usted tiene mucha fe para un dolor de estómago, un dolor de cabeza; con un panecito es más que suficiente para que se le quite ese dolor (…) esas son las tradiciones de nuestros abuelos y nuestros papás”, comentó.
Desde los inicios de esta arraigada costumbre de las calles del primer cuadro de la ciudad, la gente ha comprado pan, bendecido en el templo del Patrono y regalado a los enfermos para sanar.

“Es la primera vez; está muy concurrida; pero no la conocía; se ve bien, se ve rico el pan; ya llevamos como 24 panes para la cena”, dijo Juan, un visitante.

Los precios para el público estuvieron variados y no superaban los cinco pesos por pieza, o paquetes de 3 por 10 pesos, además de las canastas que iban desde los 25 en adelante, que dejaron ventas aceptables a los comerciantes que participaron como cada 10 de septiembre en el cierre de la fiesta del patrono San Nicolás Tolentino en el Barrio Arriba.
“Por fin regresamos; es una bonita tradición y nos está yendo bien en las ventas, ahí vamos, no nos podemos quejar; nada que ver con años pasados, pero hoy vamos bien y no nos ha llovido como cada año”, Julio, panadero.
