Ciudad de México, (SinEmbargo).– Si en algo se ha enfocado Netflix es fundamentalmente en buscar grandes historias, lo más locales posible, para contarlas al mundo.
Producciones que trastoquen a sus suscritores y que muestren, además de sus personajes, las locaciones para que exhiban y compartan la riqueza cultural de cada uno de las ciudades, pueblos, paraísos naturales y países enteros a los más de 158 millones de personas que cuentan con el contenido de la plataforma.
Los impresionantes escenarios que se sienten a través de las series originales de Netflix son parte indispensable para plataforma y América Latina también.
Desde el corazón de México hasta Argentina, Netflix exhibe la riqueza natural de la regiones, la fortaleza y persistencia de sus comunidades desde un nuevo lente para el mundo entero.
A continuación te presentamos 10 locaciones de América Latina que nos comparte Netflix y que seguro reconocerás que fueron parte de las producciones de la plataforma de entretenimiento.
SIEMPRE BRUJA (Cartagena, Colombia)
Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984, la ciudad fue pieza clave para mostrar misticismo y artes oscuras de nuestra protagonista.
Ahora en la segunda temporada, Colombia no dejará de ser parte de esta serie, pues Bogotá y Honda prestarán sus maravillosas vistas para la producción de Ana María Parra.
MONARCA (Tequila, Jalisco)
Como lo dijimos, desde el corazón de México se desprenden los escenarios de Netflix para sus series. El pueblo mágico de Tequila fue el centro para Monarca, donde tres hermanos se sumergen en una batalla después de la muerte de su padre y dueño de una gran empresa tequilera.
Los grandes campos de agave, las históricas haciendas del siglo XVII y el centro histórico de la ciudad son el fondo para atraparte en la producción de Salma Hayek, que de hecho ella hizo pensando para mostrar un lado que muchos medios internacionales ignoran cuando se habla de violencia, que es la riqueza cultural de México.
FRONTERA VERDE (Leticia, Amazonas/Colombia)
La ciudad de Leticia, diversas comunidades entre Leticia y Tarapacá y el Río Amazonas fueron el lugar perfecto para la grabación que contó con la participación de seis actores indígenas locales y 30 profesionales.
El Amazonas también albergó a la segunda temporada de Chef’s Table.
NUESTRO PLANETA (Paracas, Perú)
De acuerdo con un reporte regional del Gobierno de Perú, citado por Netflix, este lugar recibe a más de 300 mil visitantes al año.
Para realización de este documental, la producción de nuestro planeta estuvo yendo por cuatro años con un gran equipo de 600 personas.
APACHE (Fuerte Apache, Argentina)
De acuerdo con Netflix, la filmación duró cinco meses en el barrio e incluyó a más de 100 extras, originarios de ese lugar.
LAS CRÓNICAS DEL TACO (Sonora, México)
El taco de asada es el protagonista sin duda, pero las locaciones ambientan todo el goce por este platillo.
EL ELEGIDO (Natividade, Tocantins, Brasil)
Netflix destaca a este como lugar por su arquitectura colonial, festivales, folklore y comida que lo vuelven único. La selección del lugar, por supuesto, no fue al azar. Natividade fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987, por lo que para filmar ahí, Netflix trabajó de la mano del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil (IPHAN) para proteger al sitio.
La filmación logró que las personas locales se emplearan en la producción, pues el 100 por ciento de los extras fueron originarios de la región.
SINTONÍA (Jaguaré, São Paulo, Brasil)
CHEF’S TABLE (Los Andes, Perú)
NUESTRO PLANETA (El Desierto de Atacama, Chile)
A 4 mil metros de altura del altiplano andino, el desierto abrió sus grandes extensiones de suelo árido para la serie original de la plataforma.