León, Gto. La nostalgia y el ritmo se adueñaron de la noche leonesa, cuando a todo pulmón, cuatro generaciones se fusionaron para cantar los éxitos más grandes de la Sonora Santanera y la Maldita Vecindad, que igualmente en perfecta armonía se mezclaron y al uníson; vehículo para transportar a los presentes con la imaginación a una época de Pachucos y perfumes de gardenias.
Como si ambas agrupaciones se hubieran concebido para alguna vez trabajar juntas, lograron una mezcla de ritmos que dan la impresión de escuchar varios conciertos en uno mismo, Cumbia, Danzón, Rock, Ska y ritmos combinados, fue imposible que los asistentes quedarse en las butacas, con un ritmo hipnótico, conforme avanzó la noche, no había un alma en el recinto que no se moviera al ritmo de la música.
La velada arrancó con el ‘Bomboro’ y mientras la gente entraba en calor, las luces se apagaron, las bailarinas con una cadencia contagiosa, poco a poco, en un efecto dominó, el ritmo se fue adueñando del lugar, mientras Roco y la Maldita con su atuendo Pachuco, levantaban los brazos en lo más alto.
Las canciones más coreadas de la noche para el grupo del saxofón, fueron sin duda, ‘El Pachuco’, ‘El Circo’, ‘Solín’ y la que probablemente se llevó la noche, ‘Lo pasado, pasado’, éxito inmortalizado también por José José, todo entre gritos y saltos, voces afinadas y los instrumentos que llenaron de vida el Palenque de la Feria, que no presentó un lleno, pero sí una excelente respuesta.
La Santanera se dio gusto, ayudando a que los asistentes sacaran los pasos ‘prohibidos’, una fiesta en todo su esplendor, una agrupación que a pesar de existir desde hace más de 60 años, ha rejuvenecido y con sus éxitos de ‘La Boa’, ‘Amor de Cabaret’ y ‘Luces de Nueva York’, complacieron los gritos y las peticiones de todos los bailadores.
Pero la noche se puso más ‘sabrosa’ cuando arrancó entre el baile, ‘Perfume de Gardenias’ para darle el pretexto perfecto a las parejas de acercarse un poco más, cruzando las miradas y gozando de cada uno de los compases de este clásico de la música mexicana.
El concierto parecía haber terminado, pero ante la insistencia del público de que Santaneros y Maldita salieran de nueva cuenta, el Palenque totalmente oscurecido se pintó de un color escarlata, mientras sonaba de fondo el saxofón, había llegado el momento de escuchar, ‘Kumbala’ mezclada entre ritmos, llenando el lugar de nostalgia, una canción eterna que vivió su esplendor en los noventas y que hoy, después de dos décadas y media, sobrevive en la memoria, en medio de la noche, porque de la noche son, las cosas del amor.
La Vecindad Santanera dejó el alma en el escenario y el público respondió con un sonoro aplauso, una noche que con poco más de dos horas de música, recordó que la música de México y los dos grupos como Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, así como la Sonora Santanera, son y serán inmortales, gracias a su legado musical.
