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jueves, abril 25, 2024

Existe un material que se repara solo

Reparar rasguños en ciertas superficies supondría un gasto económico elevado, pero un grupo de investigadores suizos y norteamericanos ha desarrollado un material que tiene la capacidad de autorrepararse en menos de un minuto mediante la exposición a la luz ultravioleta. Ni talleres ni costosas facturas. Lo hace solo, con la única ayuda de una lámpara muy común, como las que utilizan los dentistas. El trabajo puede tener importantes aplicaciones en la vida cotidiana, como en el área de los transportes o la construcción.

«Esta es una investigación sobre materiales ingeniosa y transformadora», dice Andrew Lovinger, científico experto en polímeros de la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU. En efecto, mientras la mayoría de los materiales a base de polímeros se reparan mediante el calentamiento directo de la zona afectada, este material gomoso contiene compuestos metálicos que absorben la luz ultravioleta y la convierten en calor localizado, lo que permite la autorreparación.

«Estos polímeros tienen el complejo de Napoleón», explica el autor principal del estudio, Stuar Rowan, profesor de ingeniería macromolecular en la Case Western Reserve University (EE.UU.). «En realidad, son bastante pequeños, pero están diseñados para comportarse como si fueran grandes».

En concreto, el nuevo material fue creado por un mecanismo conocido como montaje supramolecular. A diferencia de los polímeros convencionales, que consisten en una larga cadena de moléculas con miles de átomos, estos materiales están compuestos de moléculas pequeñas, reunidas en una cadena de polímeros utlizando iones metálicos como «pegamento molecular». Cuando se irradia la luz ultravioleta, el material originalmente sólido se transforma en un líquido que fluye con facilidad. Cuando la luz se apaga, el material se reúne y se solidifica de nuevo, restaurando sus propiedades originales.

Durante la investigación, dondequiera que se agitó el haz de luz, se llenaron los arañazos y desaparecieron, al igual que un corte que se cura y no deja rastro en la piel. Pero mientras el proceso de curación de la piel humana puede durar varios días o semanas, los polímeros se autorreparan en pocos segundos. Además, a diferencia del cuerpo humano, la durabilidad de los materiales no parece estar en peligro por las lesiones repetidas. Las pruebas demostraron que los investigadores podían dañar y reparar la misma zona del material varias veces sin problemas.

Los científicos prevén usos generalizados de estos materiales en el futuro, principalmente como recubrimientos para bienes de consumo como automóviles, pisos y muebles. La necesidad, madre de la invención, ampliará con toda seguridad las posibilidades de las aplicaciones comerciales.

Con información de Nature

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