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jueves, marzo 28, 2024

Fiesta de San Juan de la Vega, una tradición de fe y petardos

Celaya; Gto.- Estallar un petardo y elevar un rezo, es recrear la batalla entre ladrones y hacendados, pero sobre todo es veneración al santo patrono de San Juan Bautista, que reunió a 6 mil 500 habitantes en la comunidad de San Juan de la Vega en Celaya.

Fundada en 1558, 12 años antes que la ciudad de Celaya, San Juan de la Vega es una comunidad de 9 mil 597 habitante, cuyo oficio es la producción de zanahorias, cereales y jícama, y donde su población es devota a Juan Bautista.

Entre narraciones se cuenta que, Juan Aquino de la Vega, era un rico minero de Guanajuato que participó significativamente en la fundación de San Juan de la Vega, que coincidió con el martes de carnaval, y  siendo devoto de San Juan Bautista, prometió hacerle una fiesta cada año por haberle concedido el milagro de recuperar el oro que le habían robado.

La leyenda local cuenta que el venerado “San Juanito”, fue un rebelde quien en el siglo XVII robaba a los españoles hacendados para auxiliar a los pobres. Con dos grupos de personas representando al ejército y a los ladrones, estrellan sus marros en el suelo, adheridos con petardos artesanales con clorato de potasio y azufre.

Una festividad de más de 300 años, la cual, reconocen los habitantes que poco a poco se deformó la festividad, donde al medio día la imagen de San Juan Bautista hace un recorrido desde la Iglesia, por las principales calles de la comunidad, y visita siete capillas en casas de voluntarios o familiares de Juan Aquino.

En el Jardín Principal, se recrea el enfrentamiento entre los ladrones y hacendados, donde son tronados pequeños petardos, y además hay presentación de bailables, danzas y San Juanito regresa al templo.

Sin embargo, previo a las actividades religiosas y culturales, en un predio de 300 metros cuadrados, se reunieron unas 800 personas participantes para tronar los petardos, donde se olvida que, un petardo debe ser acompañado por una oración en manda a San Juanito por un milagro recibido.

Omar Aguirre, habitante conocido como “Juan Diego” y uno de los organizadores de las festividades, reconocen que los jóvenes desvirtúan el festejo y solo busquen ver quien truena el petardo más grande, pero consideran que es una forma que se desahogan.

Roberto, apenas tiene 16 años, pero desde los ocho años truena los petardos que él mismo arma. En su mochila guarda el azufre en bolsa de plástico y el clorato de potasio en otra, en a mano hace la mezcla y los ata con cinta industrial, luego los fija al marro y camina al terreno para hacerla estallar.

Por eso, a orillas del terreno donde grandes columnas de humo se levantan, se coloca una réplica de San Juanito, además que se contrata una banda para que amenice durante dos horas “la tronadera” y, aunque se dicta “ley seca”, es común ver latas y botellas de cerveza.

El operativo de Protección Civil termina pasada las 15:00 de la tarde, donde tiene registro de atención a 43 heridos, seis de ellos trasladados a la Unidad Médica de Atención Primaria de Salud (UMAPS) en la comunidad y tres al Hospital Regional, sin que ninguno de ellos, sea reportado como grave.

 

 

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