o cabe duda de que la economía mundial está en total recesión. Además, nos encontramos a la expectativa de cómo les resultan a nuestros vecinos del norte las negociaciones para ampliar aún más su propia deuda. Con todas estas nada halagüeñas noticias, todo gourmet que se precie tiene que empezar a rascarse el bolsillo y seguir buscando la excelencia culinaria, pero a precios más bajos. Esta semana puedo decir que lo conseguí. ¿Qué les parece si hablamos de La Cervecería de León?
La ubicación no podía ser más céntrica, justo enfrente del estadio de futbol. El tamaño del restaurante es considerable, dividido en dos pisos y con un amplio espacio para niños. Una de las cosas que más me llamaron la atención fue la cocina, totalmente abierta al público. Esto siempre denota transparencia y seguridad para el comensal.
El menú es bastante extenso y enfocado principalmente en mariscos y pescado. Tostadas, cócteles, ceviches, sashimis y platos de cierta elaboración culinaria es lo que, a agrandes rasgos, nos podemos encontrar en este establecimiento. Pero dejémonos de historias y pasemos a hincar el diente a la crónica gastronómica de esta semana.
Soy un amante del pescado y del marisco crudo, así que desde el principio el sashimi de robalo al pesto. La presentación del platillo fue excelente, muy estética, lo cual añadía cierto empaque al conjunto. El sabor: suave y fresco, casi etéreo, potenciado al cuadrado por una equilibrada salsa que añadía protagonismo a dónde debía, es decir, al pescado.
Mi siguiente elección fue para la tostada de callo de hacha. Señores, reconozco que me sorprendí. Esperaba lo normal, que estuviera más o menos cubierta de este delicioso marisco, pero realmente sobrepasaron mis expectativas. No sé si se alcanza a ver en la fotografía que ilustra esta crónica, pero prácticamente eran tres dedos de capa de callo de hacha en la tostada. Básicamente me la tuve que comer con el tenedor para que no se rompiera con el peso. Además el callo estaba buenísimo y fresco. Yo creo que ni en mi casa me hubieran servido con tamaña generosidad.
La verdad es que me quedó poco espacio para un plato fuerte, así que me decidí por otra tostada, en concreto la de atún. Como pueden ver en la foto, la presentación no hacía más que volverla aún más apetecible. Es curioso lo que un poco de creatividad puede hacer a algo tan sencillo como una tostada. El atún, apenas un poco sellado, estaba de escándalo. La recomiendo ampliamente.
Para este tipo de comida es difícil hallar un buen vino, yo prefiero el Albariño, aunque en este caso lo mejor es una buena cervecita acompañado de un tequila, preferiblemente blanco o reposado, que es lo que hice yo.
Reconozco que iba a pedir el postre por tener algo para completar la crónica de esta semana. La verdad no me esperaba mucho, así que cuando me dijeron que si quería un flan casero de queso de cabra mis ojos se abrieron como platos. Volvemos a lo que dijimos la semana pasada, mente abierta. El postre estaba suculento, el sabor del queso de cabra junto con el del caramelo del flan fue una de esas sorpresas inesperadas que te alegran el día.
La Cervecería de León es una auténtica joya. Los precios son buenos, la comida de primera (el pescado y marisco lo traen fresco de Ensenada), la presentación y el servicio excelente. Prácticamente todo perfecto, lo único que tengo que objetar es el expresso, que la verdad deja bastante que desear. Definitivamente un lugar para venir en familia o con los amigos y dejarse sorprender por la carta. Bon Profit y hasta la semana que viene!
La Cervecería de León
Blvd. Adolfo López Mateos, 2001
Col. Las Fuentes
León, Guanajuato
(477) 711 83 52
P.D. Estimados lectores: Solo hacerles saber que aceptaré encantado cualquier recomendación que me quieran hacer sobre sus restaurantes preferidos y que consideren merecen un espacio en esta su columna. Les recuerdo mis correos electrónicos: andreu@zonafranca.mx o andreu76@yahoo.es. ¡Saludos y espero sus recomendaciones!
