En el lago Garda en Italia se creó esta propuesta arquitectónica para los amantes de la bicicleta. El diseño lo realizaron Philip Modest Schambelan y Anton Fromm.
La localización del hotel propuesta es un acantilado, en una zona de montaña idonea para practicar el ciclismo.
No hay escaleras y las rampas permiten acceder a cualquier parte del edificio.