León, Gto. Un fenómeno que permanece en la memoria colectiva de los leoneses ocurrió hace exactamente 27 años, el 13 de diciembre de 1997, cuando la ciudad amaneció cubierta de nieve, algo inusitado en esta región del Bajío.
La nevada fue precedida por un notable descenso en las temperaturas, que el 12 de diciembre llegaron hasta los 4 grados centígrados.

Durante la madrugada, la nieve comenzó a caer, sorprendiendo a los habitantes que al despertar encontraron calles, techos y jardines cubiertos de blanco.
Para muchos, ese día se convirtió en un motivo de celebración y hoy en día las fotografías del momento circulan en las redes sociales.

Los niños salieron a jugar, lanzarse bolas de nieve y hacer los famosos “angelitos” en el suelo, mientras que los adultos también se unieron al festejo, reviviendo su infancia y compartiendo momentos únicos con amigos y familiares.
Leoneses recordaron que acababan de celebrar a la Virgen de Guadalupe, cuando al amanecer del día siguiente el frío se sentía hasta los huesos.

Aunque la nieve trajo alegría, también dejó algunos estragos.
Las bajas temperaturas congelaron el agua en las calles, lo que provocó accidentes menores y daños a ciertas estructuras.

Sin embargo, el evento sigue siendo recordado como uno de los momentos más únicos en la historia de León.
Pasaron 13 años para que algo similar volviera a suceder.
En enero de 2010, la nieve reapareció, aunque esta vez se limitó al Cerro del Gigante, Sierra de Lobos y comunidades cercanas, sin alcanzar el casco urbano de León como en 1997.

Hoy, a más de dos décadas de aquel fenómeno, los leoneses rememoran con nostalgia y emoción aquel día en que la ciudad del calzado se vistió de blanco, regalando un espectáculo que muchos desearían volver a presenciar.