Guanajuato.- José Kozer será tutor de la sexta generación del seminario de poesía Efraín Huerta, que convoca el Fondo para las Letras Guanajuatenses auspiciado por el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y la Dirección Editorial del IEC.
A poco más de un lustro (2015) de haber sido creada por parte de la Dirección Editorial del Instituto Estatal de la Cultura, la plataforma del Fondo para las Letras Guanajuatenses sigue enarbolando el mismo objetivo que le vio nacer: profesionalizar el quehacer literario de los escritores y escritoras y dinamizar la vida editorial en la entidad, se señala en una boletín enviado por el IECG.
El Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato continúa con su oferta de formación artística y literaria dirigida a jóvenes creadores con talento para escribir y pone al alcance de un gran número de escritores su plataforma para formar, retroalimentar y crear literatura de calidad, se apunta en el comunicado de prensa.
Hijo de emigrantes judíos de Polonia y Checoslovaquia, José Kozer nació en La Habana, Cuba, 1940. Residió en Nueva York desde 1960. Fue precisamente, en Estados Unidos, en donde inicia su actividad como escritor. Con una maestría y un doctorado en literatura luso-brasileña, durante tres décadas ha sido profesor de literatura hispana en el Queens College de Nueva York. Actualmente reside en Hallandale, Florida.
En 2013 obtuvo el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, en su décima edición. A partir del 30 de octubre de 2020, será el tutor de la sexta generación del seminario de poesía Efraín Huerta, que convoca el Fondo para las Letras Guanajuatenses auspiciado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y la Dirección Editorial del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato.
El seminario, Fondo para las Letras Guanajuatenses, en esta ocasión se realizará bajo la modalidad a distancia, dividido en seis sesiones de trabajo, en las que la experiencia de este prolífico autor, el gozo con el lenguaje o, se debería decir, la manera que el lenguaje lo goza a él, se compaginará con la labor incipiente de los participantes.
No hay mejor descripción de la vida de un poeta que entrar en contacto directo con su poemas, con sus lecturas más frecuentes, con sus manías como lector o con su incansable labor que, en el caso de este “judío de letras”, con alrededor de un centenar de libros de poesía ‑hay quienes afirman que ha escrito cerca de tres mil poemas, aunque según su propio cómputo, el 25 de mayo de 2007, ascendía a 6 mil 786 poemas- cuyo más intenso deseo o aspiración es por aprehender la complejidad histórica de nuestro momento, se señala.
Jacobo Sefamí, en la nota introductoria del Material de Lectura número 173, publicado por la Dirección de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo retrata como lo que es, un poeta en el más estricto sentido de la palabra:
“José Kozer es un escritor en el sentido absoluto de la palabra. Escribir es la actividad principal de su vida. Ese afán obsesivo está dado por la conciencia del registro como constancia fundamental del ser. Si no se escribe, no hay testimonio de existencia: no se vive. Para él, la literatura es una profesión que hay que llevar con rigor: cada libro (y cada cosa) tiene su sitio y su tiempo; sus diarios, poemas, correspondencias y demás están meticulosamente organizados en carpetas. Todo dispuesto con un sentido de obligación primordial con el lenguaje. El requisito indispensable es el llenar los blancos que van dejando las fechas. De este modo, la poesía de Kozer está basada en la palabra como instrumento total para percibir y aprehender el mundo.”
Para obtener información, consulte la convocatoria de la Dirección Editorial del Instituto Estatal de la Cultura, al siguiente correo: editorialiec@guanajuato.gob.mx.
