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miércoles, abril 24, 2024

La ciencia del amor… y el desamor

Enamorarse apasionadamente es algo que va mucho más allá de un sentimiento. No se trata únicamente de un instinto básico, es un proceso cognitivo, intelectual y sofisticado.

En la atracción romántica actúan tres factores: el impulso sexual, los sentimientos de apego profundo y el amor romántico, que se manifiestan con unas ansias intensas de lograr una conexión emocional que va más allá de una relación sexual, una fuerte motivación para conquistar a la persona que te atrae y que se convierte en obsesión.

Generalmente la persona se enamora de alguien que se parece a sí mismo, que comparte su religión, valores e intereses, que tiene un nivel educativo y una apariencia similar y proviene del mismo entorno socioeconómico.

Hay cuatro “personalidades biológicas” que determinan por qué unas personas se sienten atraídas a otras; es lo que se conoce como química entre una pareja.

La primera “personalidad biológica” incluye a gente que tiene altos niveles de dopamina, que se caracteriza por ser creativa, curiosa, arriesgada, energética, espontánea y flexible. Estos se sienten atraídos por quienes posen las mismas particularidades.

La segunda está integrada por aquellos que son sociables, tranquilos, ordenados, meticulosos, prudentes, tradicionales, que siguen las reglas y respetan la autoridad, lo que indica que poseen mucha serotonina. Ellos se fijarán en individuos que exhiban los mismos rasgos.

En las últimas dos, en las que predominan elevadas cantidades de testosterona o de estrógeno, ocurre lo contrario. Al primer grupo se le identifica porque son directos, decisivos, tercos, analíticos, escépticos y buenos con los números. Al segundo por ser idealistas, emotivos, intuitivos, dulces, fácil de tratar y buenos para comunicarse con los demás.

Así, quienes tienen mucha testosterona buscarán a quienes tienen mucho estrógeno. Y viceversa.

El área del cerebro que se encuentra sobre la oreja izquierda juega un papel crucial en el proceso de enamoramiento, pues allí se forma la imagen que la persona tiene de sí misma.

Si alguien tiene baja autoestima o algún tipo de distorsión en cómo se percibe, probablemente terminará envuelta en relaciones amorosas negativas. Por eso, quienes se quejan de no poder encontrar a su ‘media naranja’ deberían trabajar para mejorar lo que creen de sí mismas.

El éxito de una relación amorosa tiene mucho que ver con la conexión íntima y personal que se comparte. Cuando sientes que tu pareja te complementa y te hace ser una mejor persona, el amor crece. Pero en el momento en que crees que ya no puedes aprender más de él/ella, o piensas que ya sabes todo lo que tiene que ver con ese individuo, pierdes interés.

Y eso puede conducir a la infidelidad. Buscas entonces a alguien que empiece a preguntar cosas interesantes de ti y viceversa. Te sientes atraído hacia esa persona, pero es un truco de tu cerebro porque en realidad tu motivación es seguir creciendo personalmente.

La rabia, el dolor y el aislamiento se apoderan del individuo cuándo se siente traicionado porque pierde una parte de sí mismo. Es entonces que en el cerebro se activan las áreas del dolor, y las mismas zonas involucradas en el dolor físico se manifiestan cuando la persona experimenta dolor emocional o social.

Cuando la persona se siente sola –física o emocionalmente- se deprime, sufre de insomnio, se estresa, puede experimentar un aumento en su presión sanguínea y afectar la respuesta de su sistema inmunológico. En el largo plazo puede incluso afectar su capacidad cognitiva.

Esto quiere decir que, además del dolor que genera la situación, el sujeto sigue sintiendo una intensa fijación por quien no le corresponde.

Para nuestros ancestros, el peligro estaba en que solos no podían sobrevivir al ataque de depredadores en medio de la selva en la noche, por ejemplo. Por eso el cerebro desarrolló sistemas de protección como la imposibilidad de dormir corrido y profundo. Estos mecanismos permanecen en el cerebro en la actualidad, sólo que se activan por otras razones, como la soledad.

Con información de BBC Mundo

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