Para el año 2050, casi uno de cada 85 individuos en todo el mundo se verán afectados por la demencia. En un nuevo estudio se vincula la pérdida de audición con un mayor riesgo de demencia y el desarrollo de Alzheimer.
Según MediLexicon, la demencia es la pérdida, por lo general progresiva, de las funciones cognitivas e intelectuales, sin deterioro de la percepción o conciencia; causada por una variedad de trastornos estructurales o degenerativos.
La demencia se caracteriza por problemas en la orientación, memoria, juicio e intelecto.
El Alzheimer es la forma más común de demencia, un término general para la pérdida de memoria y otras capacidades intelectuales lo suficientemente graves como para interferir con la vida diaria.
Varios mecanismos pueden estar implicados en la asociación observada entre la pérdida de la audición y la incidencia de demencia, como el agotamiento de la reserva cognitiva, aislamiento social, del medio ambiente o una combinación de éstas.
Sin embargo, es importante señalar que la demencia puede ser diagnosticada en más de personas con pérdida auditiva.
La pérdida de audición en los adultos mayores se puede prevenir y se puede abordar con la tecnología actual, por ejemplo, los audífonos digitales e implantes cocleares.
El estudio se realizó con participantes que tenían las siguientes características:
- 125 tenían una pérdida auditiva leve (25 a 40 decibelios),
- 53 tenían pérdida de audición moderada (41 a 70 decibelios),
- 6 tenían pérdida auditiva severa (más de 70 decibelios).
Durante el seguimiento de 11 años, 58 individuos fueron diagnosticados con demencia, incluyendo 37 que tenían enfermedad de Alzheimer. El riesgo de demencia fue mayor entre las personas con pérdida de audición de más de 25 decibelios, incrementándose el riesgo observado entre las personas con pérdida de audición moderada o grave en comparación con la pérdida de audición leve. Para los participantes mayores de 60 años, más de un tercio del riesgo de demencia se asoció con la pérdida de audición.
Hay estudios que nos sugieren que la demencia es más fácil prevenir que invertir.
Con información de Medical News Today.
