Su imagen vestida de novia, el pasado 29 de abril, dio la vuelta al mundo. Kate Middleton dio el «sí quiero» al príncipe Guillermo de Inglaterra convirtiéndose en la duquesa Catalina de Cambridge y entrando en la historia de la corona británica.
Millones de personas en todo el mundo esperaban con gran expectación la aparición de la joven vestida de blanco, y por fin el viernes pasado Middleton apareció, preciosa y radiante, con un diseño de Sarah Burton para Alexander McQueen.
Los halagos no tardaron en llegar y los expertos alabaron la sencillez, clase y distinción de Catalina, que sin renunciar a su juventud, su frescura y su naturalidad, estaba perfecta para una boda de este calibre. Las comparaciones no tardaron en llegar y, superado el «duelo» con Lady Diana, en el imaginario colectivo apareció la imagen de otra princesa: Gracia de Mónaco el día de su boda con el príncipe Rainiero.
No obstante no todos deben pensar lo mismo. Prácticamente todas las revistas han sacado a sus portadas la imagen de Catalina, pero hay una que llama la atención desde el quiosco. «Grazia» parece haber afinado la cintura de la duquesa de Cambridge vía Photoshop, algo un tanto irónico después de la cantidad de titulares que suscitó su pérdida de peso antes de la boda. Y aunque la revista afirma que no ha retocado a la duquesa («Grazia no ha realizado ningún cambio en la imagen de la duquesa de Cambridge para que parezca más delgada de lo que es», ha declarado la ublicación), lo cierto es que su cintura se ve considerablemente más avispada que en la imagen original.
