Al beso, algunos lo definen como un acto de amor expresado a través de los labios; los científicos hablan de ello como un proceso químico que proporciona beneficios y pero también causa enfermedades.
Para el Dr. Omar Vargas Apaez, médico cirujano maxilofacial del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el beso es un intercambio de fluidos salivales compuesto por agua, sales minerales, proteínas, bacterias y otros organismos.
El beso es un acto que puede darse de muchas formas, en distintas partes del cuerpo y con diversos propósitos, dependiendo de la región y la cultura, al consumarse de forma apasionada es capaz de estimular el sistema nervioso central y desata una serie de procesos químicos.
Al besar, la secreción de dopamina aumenta en el cuerpo, lo cual se traduce en una mayor sensación de bienestar.
Además, un ósculo es también capaz de actuar contra la depresión y el dolor, pues estimula el sistema analgésico endógeno y produce endorfinas, las cuales actúan en respuesta de varias situaciones estresantes.
Lo malo
Todas las enfermedades infecciosas que se encuentran en el ambiente pueden ser contagiadas mediante las gotas de saliva, como la amigdalitis, faringitis, meningitis viral, encefalitis, miocarditis, resfriado común y los dos tipos de influenza: estacional y pandémica.
La llamada ‘Enfermedad del Beso’ (mononucleosis infecciosa) también se puede transmitir mediante las secreciones orales.
De cualquier manera, una adecuada higiene bucal: con un cepillado adecuado, uso diario de hilo dental y una visita periódica al dentista; puede prevenir enfermedades y dejar a los besos actuar libremente y en beneficio del organismo.
Con información de agencias
