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viernes, abril 26, 2024

México necesita poesía y fandango: Mono Blanco

León, Gto. Tocaron y bailaron al son veracruzano, dieron una probadita de la enorme riqueza cultural de su estado y se manifestaron a “coplazos” contra el sistema corrupto que frena el progreso de la sociedad, sin perder nunca el humor sarcástico y pícaro que caracteriza a los sureños.

El quinteto de son jarocho Mono Blanco se presentó este viernes en el Jardín del Forum Cultural ante un público que si bien no aventó las sillas y se puso a bailar, disfrutó, río y reflexionó con estos cinco artistas de Tlacotalpan, Santiago Tuxtla y Xalapa, Veracruz.

El director y jaranero de la agrupación, Gilberto Gutiérrez exhortó al público leonés a leer poesía y presumió haber conocido a Efraín Huerta y tener una edición autografiada de los 50 Poemínimos del poeta silaoense, de quien sobre todo aprecia el poema que le escribió a su tierra: Tajín.

“La poesía es algo que sublima el pensamiento… hace muy bien a los pueblos y viene en parte de la educación y en parte de las tradiciones populares. La poesía solamente es poesía, no importa si se hizo en el campo o en un departamento de la Ciudad de México…la gente que recibe la poesía de manera popular es privilegiada, pero hace falta educación”, señaló Gilberto Gutiérrez y enfatizó que esta educación convertirá a México en un país lector y además, lector de poesía.

 “Tanta guerra

tanta injusticia

tanta pobreza

que martiriza”

Como todo buen poeta del pueblo, a Gilberto Gutiérrez la situación de su país le aflige. “Si me preguntan cómo estás, yo digo que estoy bien pero no estoy feliz, no se puede ser feliz del todo viendo que hay tantos congéneres que sufren por lo injusto del sistema político que tenemos”. Asegura que no es la pobreza extrema la que se debe combatir sino la riqueza extrema, que genera las desigualdades.

“Hay una casta política muy perversa que ha impedido el desarrollo de una sociedad que está adelantada a estos políticos y además es una casta impune”, comentó.

Pese a eso, confía en que los mexicanos lograrán un cambio radical, una revolución no violenta. “La música mexicana, el son mexicano contribuye en buena medida a eso, a que la gente despierte, que piense, que goce”, expresó Gutiérrez.

“Al son del pájaro Cu

saludos desde mi tierra

a los leones de la sierra

de la sierra de Xichú”

 

El líder de Mono Blanco no sólo fue amigo de Efraín Huerta, también presumió su estrecha relación con Guillermo Velázquez, poeta guanajuatense y líder de los Leones de la Sierra de Xichú, quien igual que Gilberto, a través de su música y sus coplas critican y se sublevan pero a la vez, festejan y bailan para su pueblo.

“El trabajo de ellos es increíble en ese sentido, el poeta de los Leones de la Sierra, Guillermo Velázquez es un poeta genial, es un gran amigo y una gran persona; su palabra es verdadera y congruente”. Adelantó que para el aniversario 35 del festival de fin de año que se realiza anualmente en Xichú, Mono Blanco será invitado especial.

“No te calientes garnacha

que la manteca está fría”

 

Pero el son también es fandango, alegría, “experiencia colectiva interracial”, fiesta que puede durar más de una noche. Y es durante este festejo, al calor de la inspiración, cuando los versadores toman la palabra y hacen gala de su creatividad.

Hay fandangos en bodas, bautizos y hasta sepelios, “cuando el difunto pidió que lo enterraran con música o sus familiares así quisieron despedirlo”, porque morir es parte de la vida también hay coplas sobre la muerte, “aunque a veces la gente se saca de onda”.

Y no sólo fiesta es lo que deja el fandango, también el legado de las tradiciones, costumbres y raíces de los mexicanos, siendo el son uno de estos patrimonios, por lo que Gilberto y su esposa Gisela, jaranista de Mono Blanco, incluyen en las presentaciones del grupo a sus tres hijos, que ataviados con las vestimentas típicas de su región, dan una muestra del dominio del son y sus pasos.

“La mejor manera de enseñar a los hijos nuestras tradiciones y culturas es con el ejemplo, por eso ya se están inmiscuyendo en esto”, dijo Gilberto.

“Aquí en León, Guanajuato

se construyen los zapatos

con que México camina”

 

A pesar de la distancia que hay entre Guanajuato y Veracruz, Mono Blanco demostró que los versos hermanan y la música acorta espacios.

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