Fallece Umberto Eco a los 84 años de edad, informan a medios italianos familiares del escritor, quien falleció en su habitación.
Semiólogo y escritor italiano, se doctoró en Filosofía en la Universidad de Turín, con L. Pareyson. Su interés por la filosofía tomista y la cultura medieval se hace más o menos presente en toda su obra, pero es más claro en su novela El nombre de la rosa (1980).
Otras de sus novelas relevantes fueron: El Péndulo de Foucault (1988), La Isla del Día de Antes (1994), Baudolino (2000), La misteriosa llama de la Reina Loana (2004), El cementerio de Praga (2010).
Eco, nacido en Alessandría, fue miembro del Foro de Sabios de la Unesco desde 1992. En febrero de 2000 creó en Bolonia la Escuela Superior de Estudios Humanísticos. En 1968 publicó su primera obra netamente de semiótica, “La structura assente”, que le llevó a su obra más completa sobre la materia, “Tratado de semiótica general”, publicado en 1975.
Por “El nombre de la rosa”, recibió el premio Strega, en Italia, en 1981, y el premio Medicis, en Francia. Tras el éxito de la primera, su segunda novela, “El péndulo de Foucault”, era muy esperada. Publicada en Italia en octubre de 1988, fue uno de los libros más vendidos ese año. En enero de 1992, Eco presentó su libro “Semiótica, teoría e historia” y su “Segundo Diario Mínimo”, continuación del libro de apuntes publicado en 1963 con el mismo nombre. Es autor también de “Los límites de la interpretación” (1992), “La isla del día antes” (1994), “Seis paseos por el bosque” (1996), y “Kant y el ornitorrinco” (1997).
Recibió el reconocimiento doctor honoris causa por 25 universidades de todo el mundo, entre ellas, la Complutense (1990), la de Tel Aviv (1994), la de Atenas (1995), la de Varsovia (1996), la de Castilla-La Mancha (1997) y la Universidad Libre de Berlín (1998). Posee numerosos premios y condecoraciones, como la Legión de Honor de Francia. Autor de Baudolino (Plaza & Janés, 2001).
Su último libro publicado se titula “Número cero”, el año 2015.
Una de las últimas polémicas que protagonizó el experto en semiótica fue respecto a las redes sociales, plataformas que según él “le dan derecho de hablar a legiones de idiotas”.