- Publicidad -
martes, abril 29, 2025

Museo Nacional del Títere, tesoro cultural que resguarda Huamantla

Por Ángeles González Bretón

Huamantla, Tlax., 18 Abr (Notimex).- Huamantla es un Pueblo Mágico, principalmente por su arte efímero expresado en alfombras de flores y aserrín de colores, pero también por resguardar el primero y único museo en su tipo, el Nacional de Títeres “Rosete Aranda”.

En Parque Juárez número 50, a un costado del Palacio Municipal, se localiza este recinto museístico, que se erigió en una antigua casa, la que se divide en ocho salas para la admiración y asombro de sus visitantes.

Los colores vivos y coloniales que lucen las fachadas de la población son poco en comparación con los multicolores que se miran en las vestiduras y maquillaje que portan los cientos de títeres nacionales y los provenientes de Alemania, España, Francia, Italia, Indonesia y Pakistán, que aquí se resguardan.

El Museo Nacional del Títere “Rosete Aranda” abrió sus puertas por primera vez el 9 de agosto de 1991, con el propósito de fomentar, restaurar, exhibir y difundir la riqueza cultural del arte de los títeres. Además, adquirir colecciones de marionetas representativas de otras naciones.

Sin embargo, la historia de los títeres en México se remonta a siglos atrás, por lo menos así se puede ver en una de las paredes de este museo, donde cronológicamente se señala la presencia de Los Títeres “Rosete Aranda” en la Historia de México.

Fue en 1835 cuando se creó la Empresa Nacional de Autómatas de los Hermanos Aranda, considerada como la compañía de títeres más importante de México y conocida a nivel internacional gracias a la visión de sus fundadores Don Julián Aranda y sus hermanos Hermenegildo, Ventura, María de la Luz, y Francisco.

Esta familia comenzó con la creación de personajes de madera, barro, papel o tela, que con hilos, varillas, o con la misma mano, relataron todo tipo de historias, cuentos y leyendas que el pueblo mexicano transmite de generación en generación.

Siendo muy jóvenes, los hermanos Aranda fabricaron bellísimos títeres de 60 centímetros de alto, los que dieron a conocer en veladas inolvidables que se llevaban a cabo en su domicilio particular.

Iniciaron sus funciones como compañía formal en el año de 1850, sin siquiera imaginar que con el paso del tiempo estarían ofreciendo funciones privadas a los entonces presidentes de México, Benito Juárez y Francisco I. Madero.

Don Antonio Rosete, asiduo concurrente a las funciones, contrajo matrimonio con María de la Luz Aranda, y de ese matrimonio nacieron cinco hijos: Leandro, Adrián, Felipe, Tomás y María Macedonia, todos ellos amantes de ese arte y quienes siguieron con el legado de los títeres, ahora ya conocido Compañía Rosete Aranda.

Viajes, historias, anécdotas fueron muchas las que vivieron, pero en febrero de 1941 las originales marionetas Rosete Aranda dieron su última función en el Teatro Rivero de Huamantla, Tlaxcala.

En ese entonces, tres mil marionetas propiedad de la compañía fueron vendidas a diferentes compradores, coleccionistas y titiriteros.

La familia sólo conserva seis piezas: una china poblana, una joven de la década de los 20, un Pierrot, un gendarme, don Casianito Redondo y doña Pascarroncita Mastuerzo de Verdegay Panza de Res y Gayverde.

Los visitantes a este museo de dos niveles, principalmente los niños, se complacen en mirar desde una pequeña plaza de toros, con su torero y astado, o bien al títere del legendario Cantinflas, o un contingente de soldados en un desfile del 5 de mayo, o una pareja de danzantes jarochos.

Pero sin duda, de las más de 450 piezas que aquí se conservan, es la Orquesta Típica Mexicana la que más llama la atención de los presentes.

Al fondo de la sala del segundo piso se exhibe un pequeño escenario del cual se escucha música clásica, y conforme se acerca el visitante a este punto, no sale del asombro al observar a los integrantes de toda una orquesta y su director al centro.

Los músicos representados por títeres están en el escenario con vestimenta formal, algunos de pie y otros sentados, pero todos con algún instrumento propio de la orquesta: violines, mandolinas, piano, trompetas, contrabajo y demás, así como sus atriles y partituras.

En todas las salas hay una gran variedad de tamaños, colores, texturas en cada uno de sus títeres, de los más enternecedores hasta los que bien podrían asustar a un niño por lo grotesco de su maquillaje.

También cuenta con una parte de la colección del ingeniero y filósofo Eli de Gortari, ya que la familia de éste decidió dar en comodato parte de la colección privada al Museo Nacional del Títere.

Actualmente el museo es dirigido por Armando Rosete Rivera, nieto de Leandro Rosete, quien trabaja constantemente para que esta colección, y sobre todo el nombre de la familia, se mantenga viva.

De igual forma, cada mes de julio se lleva a cabo el Festival Internacional de Títeres de Tlaxcala “Rosete Aranda”, considerado como el foro más importante en América Latina sobre el arte titiritero. Se trata de un evento en que se ofrecen espectáculos a los distintos públicos.

Durante este festival también se imparten talleres, conferencias, exposiciones y actividades multidisciplinarias con la participación de titiriteros de México y de otros países.

Cuando visite Huamantla no pierda la oportunidad de conocer el acervo que posee el Museo Nacional del Títere “Rosete Aranda”, así como el busto de fundador el cual se ubica en el parque de la población, frente al museo y al Palacio Municipal.

Huamantla se ubica en la zona oriente del estado de Tlaxcala y cuenta con varias vialidades para su acceso, ya sea en autobús o en automóvil particular. Desde la ciudad de México puede tomar la autopista 150 México-Puebla y se desvía a la altura de San Martín Texmelucan.

Tome la autopista 119 en dirección a la ciudad Tlaxcala hasta llegar al libramiento de Apizaco, donde tomará la carretera 136 México-Veracruz y habrá llegado a la ciudad de Huamantla.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO