La manera en que las parejas discuten está estrechamente ligada a la forma en que conectaron y fueron cuidados cuando eran bebés, según un estudio publicado en la edición digital de la revista Psychological Science.
Para llegar a sus conclusiones, investigadores de la Universidad de Minnesota, dirigidos por Jessica E. Salvatore, estudió a largo plazo, a los participantes que fueron seguidos desde su nacimiento a mediados de la década de 1970. Después cuando tenían 20 años, ellos y sus parejas fueron llevados al laboratorio.
Allí, cada una de las 73 parejas heterosexuales pasaron cerca de 10 minutos discutiendo un tema en que no estaban de acuerdo. Después hablaron durante cuatro minutos a manera de “enfriamiento” sobre un tema diferente, ambos viéndose a los ojos. En la evaluación de las sesiones grabadas en video, los investigadores encontraron que algunas de las parejas dejan de lado la controversia sin esfuerzo, mientras que otras parejas no pudo superar el conflicto.
Los investigadores compararon lo que habían observado con los datos recogidos cuando los participantes del estudio tenían entre 12 meses y 18 meses de edad. Encontraron que cuanto más fuertemente estuvieron ligados cuando bebés a sus padres o cuidadores,eran más hábiles para la resolución de conflictos en sus relaciones de adulto.
Los investigadores también encontraron que no todo estaba perdido para los que había tenido relaciones menos seguras en su infancia. Mientras ellos estaban con una pareja que pudiera manejar el conflicto en su relación, había una buena oportunidad de durar por mucho tiempo.
Si una persona puede llevar este proceso de recuperación de un conflicto, que pueden proteger a la otra persona y la relación.
Este estudio proporciona algunas de las evidencias posibles que sugiere que los individuos pueden ser capaces de compensar las vulnerabilidades que sus parejas llevan con ellos desde su desarrollo temprano.
Con información de WebMD
