Millones de bolsas de plásticos son hechas cada año, usando para ello, grandes cantidades de petróleo. El resultado es basura en las calles, playas, mares, lagos, bosques, etc. Y el plástico, no es biodegradable.
Las bolsas de plástico ya han sido prohibidas en muchos lugares, en Hong Kong, comenzó en 2006 donde solicitaban voluntariamente que no se utilizaran, y con ello consiguieron que se usaran 80 millones de bolsas menos.
En Irlanda ya hay un impuesto sobre las bolsas de plástico desde el 2002, que redujo el uso en más del 95 por ciento. Y el dinero recaudado por ese impuesto se utilizó en proyectos medioambientales.
Lo ideal no sería que se prohíban, sino que se presenten alternativas como antes, que las señoras llevaban su propia bolsa, la del “mandado”. Es necesario que la gente tome conciencia como individuos y no esperemos sólo que la autoridad reaccione.
