León, Gto. Poco se habla de la trayectoria y labor de las científicas mexicanas que contribuyeron con grandes aportaciones a este campo durante el siglo XX. Helia Bravo Hollis fue una de las personalidades más destacadas en la botánica en su época, y Google la recuerda a 117 años de su nacimiento.
Con una firme vocación por la naturaleza desde su niñez, Helia Bravo destacó como estudiante e investigadora en la botánica, vocación la llevó a consolidar una trayectoria de instrucción e investigación en el Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Su inagotable amor por la naturaleza fue cultivado por los paseos dominicales en compañía de sus padres la llevó a convertirse en un referente de la biología a nivel nacional. Bravo Hollis destacó por sus vastos y extensos recorridos las sierras y desiertos de México en búsqueda de todas especies de cactáceas del territorio. Su principal línea de investigación fue el estudio taxonómico de cactáceas mexicanas, que le llevó a realizar una monografía actualizada y la más completa de estas variedades.
Pionera en el campo de la biología en México, fue la primera mujer en conseguir el grado de Maestra en Ciencias Biológicas en la UNAM, con la tesis Contribución al conocimiento de las cactáceas de Tehuacán. Durante sus estudios tuvo fuertes influencias de académicos como Carlos Hoffman, Isaac Ochoterena, Eduardo Caballero y Federico Mulleried.
La bióloga mexicana falleció el 26 de septiembre del 2001, a cuatro días de cumplir los 100 años de edad. Su legado y pasión por las cactáceas se conserva en el Jardín Botánico Helia Bravo Hollis, ubicado en la Reserva de la Biósfera de Tehuacán y cuenta con más de ochenta especies de cactáceas, algunas de las cuales crecen solamente en esta región del mundo y actualmente están en peligro de extinción.
