Estudiantes de diseño y científicos desarrollan creaciones vanguardistas para la moda. Textiles que transmiten los latidos del corazón a una computadora portátil. Los sensores son casi imperceptibles.
El objetivo de los investigadores del Instituto de Técnica Textil y de Procesos en Denkendorf, Baden Würtemberg, es crear ropa “inteligente”. Tanto físicos, especialistas en cibernética como biólogos hacen parte de este proyecto.
Lo que a simple vista parece ser y se siente como una camisa para hombre es una creación inteligente. En su interior se encuentran unos sensores que cumplen la función de un electrocardiograma, es decir la representación gráfica de la actividad eléctrica del corazón. Los sensores también pueden revisar la respiración en el pecho y en el estómago.
En el futuro hasta los bomberos podrían beneficiarse de los textiles inteligentes. Carsten Linti, del Instituto de Técnica Textil y de Procesos, desarrolló una chaqueta que, además de medir el cuerpo, también mide parámetros del entorno, así como la temperatura exterior.
Para lograrlo fueron instalados unos diodos luminosos en la chaqueta. Cuando se iluminan de verde no existe peligro. Si se vuelven amarillos existe un problema técnico, pero si la luz es roja, esta es la señal de que la acción de salvamento es peligrosa, y que probablemente debe ser interrumpida. Además, una alarma se activa para advertir a los bomberos cuando se encuentran en situaciones bajo estrés. Por medio de un mini transmisor están conectados con la central de bomberos. El intercambio de datos se efectúa a través del teléfono móvil con bluetooth.
La ropa elaborada con textiles de alta tecnología también requiere ser lavada. Éste es uno de los desafíos actuales para los investigadores. “Cuando se integra la electrónica a los textiles hay que tener en cuenta que las piezas van a ser retorcidas, dobladas y lavadas. Estas situaciones no son comunes a la electrónica”, dice el ingeniero de procesos Hansjürgen Horter.
Este desafío es resuelto por los científicos en la medida en que la electrónica es adherida a los textiles por medio de unos minúsculos cables conductores de energía que a simple vista parecen hilos de colores. Gracias a ello la electrónica es protegida y permanece estable. La investigación también se dirige a identificar qué tan resistentes son este tipo de textiles. Después de cada ciclo en la lavadora se investiga qué tan bien funciona la electrónica.
Los científicos también integraron la electrónica a la ropa de bebés para protegerlos de la muerte súbita. Los sensores captan el ritmo cardíaco, el pulso y la respiración. En la parte trasera se encuentran los sensores que miden la humedad. Estos indican cuando el bebé está sudando mucho, un indicador de estrés.
La alta tecnología también está a disposición de adultos mayores que viven solos. Gracias a los sensores es posible saber cómo y a dónde se dirige el portador de la camiseta. Los datos son transmitidos a una computadora que muestra seis tipos de movimiento en la pantalla. En caso de una caída del adulto mayor la camiseta envía una señal de alarma.
