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viernes, abril 26, 2024

¿Tu celular está manchado de sangre?

No puedo aceptar que mi celular puede estar financiando una guerra. No puedo simplemente seguir mandando mensajes de texto amorosos a mi esposa si esto ha costado vidas, si hay sangre en mi celular.

El documentalista danés Frank Poulsen explica así en su nuevo documental, “Blood in the Mobile”, por qué decidió enfocarse en el vínculo entre la industria de la telefonía celular y uno de los conflictos más devastadores en el continente africano, la guerra en la República Democrática del Congo.
Poulsen fue testigo de las terribles condiciones en una de las minas ilegales en territorio congoleño y llegó hasta la sede de Nokia, una de las principales empresas fabricantes de celulares, para pedir garantías de que los minerales en sus productos no provienen de minas que contribuyen a financiar el conflicto en el país africano.
“La guerra en el este de Congo tiene orígenes étnicos, pero desde los años 90 los precios de minerales cruciales para fabricar celulares se dispararon. La guerra se convirtió entonces en una disputa de grupos armados por el acceso a las minas, con las que pueden ganar millones y millones de dólares”, dijo Poulsen.
Uno de los minerales extraídos es el coltán, del que se obtiene tántalo, mineral utilizado para fabricar condensadores esenciales para dispositivos electrónicos compactos. Otro mineral es la casiterita, esencial para la obtención de estaño y utilizado en computadoras portátiles.
La guerra en R.D. Congo ha dejado más de cuatro millones de muertos desde 1998, según organizaciones humanitarias. La violación es utilizada frecuentemente como arma de guerra y según Naciones Unidas más de 200,000 mujeres han sido violadas en el marco del conflicto.
Poulsen llegó a una mina en la localidad de Bisie, en el este del Congo, donde miles de personas, incluyendo menores de edad, trabajan en condiciones miserables, permanecen días bajo tierra en cavidades estrechas.
Varios informes de la ONU han dejado en claro el vínculo entre la extracción de minerales y la financiación de grupos armados. Poulsen intenta averiguar por qué, si el vínculo se conoce hace una década, Nokia no está haciendo más para asegurar que los minerales utilizados en sus productos no provienen de áreas controladas por grupos armados responsables de la guerra.
La empresa asegura que es extremadamente complicado establecer la trazabilidad de los minerales, señalando que la solución debe ser a nivel de toda la industria y no de una compañía individual.
“También hay mucho que los usuarios de celulares pueden hacer, como crear conciencia. Cuando vamos a comprar un celular podemos además pedir un producto libre de minerales de guerra, aunque nos miren raro al principio”.
Para el documentalista danés, los celulares son sólo un ejemplo de por qué importa que, en una economía cada vez más globalizada, los consumidores pregunten sobre la materia prima utilizada en los productos que consumen.
“África parece estar muy lejos y tener poco que ver con nuestra forma de vida, pero debemos estar conscientes de que la forma en que consumimos tiene un gran impacto en personas en otras partes del mundo”.

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Con información de BBC

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