Una vejiga llena puede llevar a que se realicen reuniones más cortas, pero también -como sugieren expertos en Holanda- a que se tomen decisiones más acertadas.
¿Tiene la urgencia de ir al baño? Tome decisiones importantes entonces… debido a que mediante el control de la vejiga el mecanismo del cerebro de autocontrol proporciona moderación en todas las áreas a la vez, de acuerdo con un estudio que publicado en la revista Psychological Science.
Psicólogos de la Universidad de Twente, en Holanda, vincularon el control de la vejiga a la misma parte del cerebro que activa los sentimientos de deseo y recompensa.
Debra Trampe, de la Universidad de Groningen y Luk Warlop, de la Universidad Católica de Lovaina, diseñaron experimentos para probar si el control de los deseos corporales puede llevar también a un mejor autocontrol de otras áreas.
Sus hallazgos contradicen estudios previos según los cuales las personas que se ven obligadas a “restringir sus urgencias corporales” ponen más presión sobre su cerebro y les resulta difícil ejercer el autocontrol.
En una de las pruebas, los participantes bebían cinco tazas de agua (unos 750 mililitros) o tomaban pequeños sorbos de cinco tazas separadas.
Después de unos 40 minutos, la cantidad de tiempo que tarda el agua para llegar a la vejiga, los investigadores evaluaron el autocontrol de los participantes, a los que se les ofrecieron ocho opciones.
Cada una permitía recibir una pequeña recompensa inmediata y otra mayor pero a largo plazo. Por ejemplo, podrían optar por recibir US$16 al día siguiente o US$30 en 35 días.
Los investigadores encontraron que las personas con vejigas llenas tuvieron más inclinación por las recompensas a largo plazo.
Sería buena idea beber una botella de agua antes de tomar esas decisiones que consideramos verdaderamente importantes.
Con información de BBC Mundo