Ciudad de México. El Clásico Capitalino dejó un sabor agridulce y es que lo que pintaba para un gran partido, terminó siendo un empate a cero con pocas oportunidades claras en los marcos, pero con un mejor juego por parte de las universitarios.
Los Pumas salieron a la cancha del Ciudad Universitaria y sin duda dieron lo mejor que tenían en la cancha, pero faltó la idea futbolística o por lo menos la contundencia para poder canalizar el dominio que ejercieron en su casa y que por momentos encerró al América en su área.
Las Águilas que al parecer por decisión propia decidieron guardarse para la vuelta del sábado en el Azteca, generaron algunas llegadas de peligro aisladas, pero su mejor hombre en el partido fue el guardameta, Guillermo Ochoa, quien tuvo por lo menos dos atajadas importantes.
La mayoría de las jugadas peligrosas se presentaron en jugadas a balón parado, así que estos dos equipos, de los cuales se esperaba mucho tienen una deuda para el siguiente juego en el que los universitarios tienen que salir a ganar y el América a convencer.
