El Club León sufre uno de sus peores momentos de los últimos meses y es justamente cuando se acerca el momento de enfrentar la Copa de Campeones de la Concacaf donde se medirá ante alguno de los equipos más destacados de Canadá.
Hoy se habla de que el equipo de Nacho Ambriz sufre de la famosa ‘campeonitis’ que es un síndrome que suele aquejar a los equipos que logran un título en México y parece que tiene una explicación hasta cierto punto lógica.
Y es que en México los calendarios de un torneo a otro se arman con la intención de que el fútbol esté vigente de manera constante, cada vez hay manos tiempo de descanso para los jugadores, situación que beneficia a los equipos que no califican porque les da más tiempo de prepararse pero a los que llegan a la final, les pasa factura.
Para Nacho Ambriz, el León está sufriendo apenas las consecuencias de estar dos años con el acelerador a fondo, siendo el mejor equipo en México, esto dicho por todo el medio, hoy puede ser un motivo.
Parece que finalmente llega una involuntaria relajación porque en México para ser campeón los equipos suelen apelar al sufrimiento, al heroísmo malentendido, a siempre venir de abajo.
La ‘campeonitis’, podría venir de la tantas veces mencionada mentalidad mexicano que muchas veces es criticada por la falta de ambición cuando se logra el éxito pero hay poca ambición para mantenerse en la cima.
Foto: Especial
Lo cierto es que León, aún cuando es el equipo que mejor juega al fútbol, no se puede salvar de ese síndrome, de esa incapacidad para sobreponerse y mantenerse, esa falta de oportunidad que da el fútbol mexicano y la incapacidad del sistema en el fútbol mexicano de premiar al campeón y en eso reside en la capacidad de castigar al campeón.
