Ciudad de México. La selección mexicana de Gerardo “El Tata” Martino cayó dramáticamente ante una de las peores selecciones argentinas de la historia, con varias ausencias y sin Lionel Messi en el campo, el equipo verdiblanco, cayó 4 por 0 en San Antonio.
La albiceleste solamente necesitó 45 minutos para poner en evidencia todas las carencias del equipo mexicano y por un momento, los fantasmas de una goleada escandalosa rondaron la cancha, sin embargo los sudamericanos decidieron meter el freno y jugar un segundo tiempo, que poco y nada ofreció al espectáculo.
La selección mexicana escuda el mal resultado en dos penales que no le marcaron a favor, fuera de eso generaron muy poco.
En las tribunas la gente se dormía y se contagió de la apatía de un equipo mexicano que salió a la parte complementaria con los brazos abajo y con la derrota en la frente, no hubo reacción, decidieron morirse en la cancha, dejando el orgullo para una mejor ocasión.
Los argentinos metieron el acelerador en 40 minutos y aprovecharon una serie de desatenciones de la defensa mexicana y el gran “villano” de la novela fue Néstor Araujo que se perdió en la marca y entregó balones que se tradujeron en tantos en contra.
Del otro lado de la moneda, el ariete Lautaro Martínez fue el gran héroe de la noche marcando triplete y dejando al equipo de Concacaf en la lona, una vez México, siendo México, un equipo carente de espíritu, tanto como de ideas.
El primer tanto de Martínez cayó a los 17 minutos, recibió un regaló de Araujo en la salida mexicana y llevó esférico hasta el área mexicana para vencer a Memo Ochoa.
Solamente pasaron cinco minutos para que Lautaro marcara el segundo, un pase al hueco que el argentino aprovechó sin mayores problemas. El tercero cayó de penal con Leandro Paredes.
Y la cuenta la cerró Leutaro Martínez, otra vez en evidencia puso a la defensa mexicana, se llevó a la defensa mexicana y puso el cuarto definitivo en una noche que para ser de juego amistoso, deja esa sensación incómoda en la afición de México que a través de las redes manifestó su enojo.
Para resumir la segunda mitad, bastan pocas palabras, sobraba, hubo dos atajadas de Ochoa, fue aburrido y los dos equipos salieron a jugar sin ganas.
