León, Gto. El piloto finés Esapekka Lapi vivió uno de los momentos más dramáticos del Rally Guanajuato, el viernes 13 de marzo, cuando su auto se incendió en la segunda pasada del tramo del Chocolate, lo que provocó que la etapa de Ortega se tuviera que cancelar.
El Ford Fiesta empezó a incendiarse en los últimos metros del tramo y Esapekka decidió llevarlo hasta el final, donde el fuego consumió primero la parte trasera y posteriormente toda la carrocería y la máquina también.
La imagen que se quedó para el recuerdo, fue el piloto finés delante de su auto dando una entrevista, mientras este se consumía en el fondo. Ahora a unas semanas del incidente, Lappi analiza la situación y considera que debió alejarlo aún más de las personas.
Hace unos días, el finés concedió una entrevista para el medio “A todo Motor”, donde habló sobre el problema que tuvo en Guanajuato.
“El sentimiento después de la carrera realmente no ha cambiado. Fue un poco de pánico de todos modos. Después de verlo tras el incidente, tal vez hubiera sido más inteligente alejar un poco el vehículos de las personas y detenerse con rapidez. Dejar de bombear. Es fácil decirlo después. Janne (Ferm) está bien. Sin drama. Estábamos ilesos. Es grave, pero no estoy en estado de shock”, dijo.
“Sabemos que el riesgo está presente cada vez que nos subimos en el coche. Necesitamos entender todos que si hay un accidente en sexta marcha y el vehículo se detiene de golpe va a doler mucho”, añadió.
En estos momentos, el campeonato mundial de Rally se encuentra en pausa, ya se pospusieron las pruebas de Argentina, Portugal e Italia, mientras pasa la situación del COVID-19, que ha provocado ya la cancelación de muchos eventos internacionales como medida de prevención para evitar contagios.
