León, Gto. El sol, el calor, el tráfico, nada impidió que miles de aficionados se dieran cita desde muy temprano afuera del estadio León para preparar el recibimiento de su equipo, previo a la gran final del fútbol mexicano entre León y Tigres.
Desde las 4 de la tarde ya comenzaba a juntarse la gente en espera de que los integrantes de barra de Los De Arriba dieran indicaciones paraformar el pasillo con el que le dieron la bienvenida al equipo.
Tal y como lo anunciaron, en punto de las 5:30 pm, arrancó la fiesta en el bulevar Adolfo López Mateos. Caras pintadas, banderas, cánticos y ojos llenos de ilusión avanzaban rumbo al estadio entre papel picado y humo del color de la pasión esmeralda.
Los minutos pasaban y aunque el Fierabus se hacía del rogar para aparecer en la escena, nada importó, porque el ánimo, la esperanza y la fiesta ya estaba encendida entre la afición de León, para que no hay otra opción en el resultado de esta noche más que salir campeón.
Por fin apareció el camión de la Fiera, ese que llevaba en su interior a los protagonistas de la noche, a los hombres que tienen la tarea de convertirse en héroes, de corresponder a la pasión de la afición leonés y de escribir con letras de oro sus nombres en las páginas de la historia de este club.
También llegaron los árbitros, pero a esos no les fue tan bien y entre rechiflas saludaron desde su transporte a los seguidores esmeraldas que con gritos y ojos encendidos les pidieron dejarle el protagonismo de esta final que equipo que haga mejor fútbol.
