León, Gto. Lo más maravilloso del juego de pelota es que puede regalar noches inolvidables y eso fue exactamente lo que se vivió anoche en el estadio Domingo Santana en la victoria de Bravos ante Rieleros de Aguascalientes, 7 carreras por 6.
Para destacar, lo que hizo el jardinero derecho Chris Roberson que apareció con dos atrapadas magistrales cuando parecía que los visitantes se acercaban y tanto temieron los hidrocálidos del experimentado jugador que en la novena le regalaron la base de manera intencional.
También, la fuerza y determinación del japonés Tomo Otosaka que en el momento más apremiante, cuando el partido estaba empatado en el sexto rollo, sacó un tablazo al fondo del parque que a base de velocidad volvió un triple, cruzando las tres bases como un auténtico tren bala.
Y el mérito mayor es de Carlos Rivero, ‘El Tsunami’ que fue el orquestador del bateo efectivo, primero en la tercera entrada con un cuadrangular que ponía en ventaja a los leoneses y en el cierre del juego, con el Fly de sacrificio que le dió el disparo de salida al japonés Otosaka para que registrara la carrera que dejaba en el terreno a los Rieleros.