León, Gto. ‘Los sueños cuando se logran también se convierten en metas’ esa es la filosofía de Prisca Awiti que en los pasados Juegos Olímpicos, en suelo parisino cumplió ese desafío de colgarse una presea y ahora ya piensa en lo que sigue, quiere superar lo hecho, al mismo tiempo que disfruta lo conseguido.
Prisca ya llevaba en la mente la misión de lograr la presea, ya esa primera vivencia de la nacida en Londres se había cumplido en Tokio, ahora el siguiente paso en su carrera era ir por el podio, ir por todo a Francia.
“Creo que tenía la meta de que ya cumplí, estar en mis primeros Juegos Olímpicos en Tokio era el sueño cumplido de que clasificar a unos, entonces para París, iba con la mentalidad de cumplir otro sueño que era ganar una medalla, con la experiencia de Tokio ya sabía lo que venía, los nervios, como se iba a sentir, me ayudó mucho en ese sentido”, dijo.
“Mi papá y mi mamá siempre me enseñaron que cada combate es importante, el próximo es tan importante como el que acaba de pasar, siempre debo ir con la mentalidad de que va a ser el combate más importante de tu vida, desde el primero hasta el último, así llevé la competencia y me hizo llegar a una filan olímpica”, añadió.
Para Prisca está muy claro que el triunfo no llega con la preparación de un ciclo olímpico, tiene que venir de la mano con un esfuerzo constante que se puede llevar la vida entera de un atleta, porque de los miles que practican una disciplina, solamente cuatro, cada cuatro años estarán en el podio, hablando específicamente del Judo.
“Siempre digo que una medalla olímpica es toda una vida de esfuerzo por un día de gloria, creo que es muy importante saber todo que no son solamente, son cuatro u ocho años de entrenamiento, sino que desde el momento que decides hacer un deporte, es toda una vida, hay muchos competidores olímpicos y solamente tres o cuatro pueden estar en ese podio”, dijo.
Con este logro y la siguiente meta en su cabeza, Awiti ahora se prepara para seguir su camino, buscando seguir fomentando e inspirando a las nuevas generaciones de pequeños a que practiquen una disciplina como el Judo, donde México sueña con volverse una potencia como ha sucedido con otras disciplinas.
