León, Gto. La era de Nacho Ambriz al frente del Club León ha llegado a su fin, un técnico que llegó entre dudas pero al final pudo bordar la octava estrella en el escudo y le regresó al equipo aquella alegría en su juego, logrando convertirlos en protagonistas del futbol mexicano de nueva cuenta.
Aunque no logró igualar el Bicampeonato de Matosas, dejó otras cifras importantes en las vitrinas, tuvo momentos de claroscuros pero al final se va con la frente en alto porque le dio a la afición verdiblanca lo que más deseaba, un título más y deja al grupo con el compromiso de mantenerse, cuando llegue el nuevo técnico que al igual que Ambriz, tendrá entre sus manos uno de los mejores planteles del futbol mexicano.
“Viví en mi hielera que hoy me permitió sentarme todavía en ella y disfrutar cómo juega el equipo, siempre defiende su estilo, siempre buscó ser protagonista, lastimosamente no logramos concretar las jugadas, pero se va una parte de León dentro de mi, es un equipo que siempre respetaré, siempre lo admiraré porque tiene una gran historia, a mi me tocó ponerle esa octava estrella, me hubiera gustado otra más, pero me voy agradecido con todo.
Dejé lo mejor de mi y hoy yo veía la posibilidad de pelear y buscar el bicampeonato, no se dio, pero tampoco me voy amargado, estoy agradecido con toda la gente del Club León”, agregó el técnico.
El último semestre de Nacho con el Leó fue complicado, ya que quedó eliminado de la Concachampions en su primera serie, perdió jugadores importantes por lesión, no pudo calificar directo a la Liguilla y ahora buscará un nuevo proyecto en el cual seguirse desarrollando como estratega.
