León, Guanajuato.- Entre monedas y bicicletas antiguas, un trozo de la Martinica será conservado como una reliquia histórica.
La demolición de la Martinica está muy avanzada, prácticamente y las estructuras han quedado al descubierto, las piedras y los ladrillos caen, ante la indiferencia de muchas personas que ya se han resignado a que el mítico estadio que albergó a León, Curtidores y San Sebastián no existirá más, para darle paso a la modernidad.
Sin embargo un coleccionista de antigüedades de nombre Miguel Díaz decidió asistir con sus hijos al estadio antes de que esté totalmente derrumbado, para rescatar una parte del estadio que conservará como una pieza histórica en su casa, para que en el futuro sus hijos también le den un valor especial.
“A mí me gustan las antigüedades, colecciono algunas, entonces se me ocurrió decirles a mis hijos que viniéramos por un pedazo y guardarlo en una vitrina con fotos para cuando ellos estén grandes, para que recuerden que la Martínica”, platica Miguel.
“Mis hijos juegan futbol y entrenaban aquí ellos, yo soy aficionado de Pumas, pero León está en mi corazón”, señaló.
El primero contacto de Miguel con la Martinica fue para ver un partido de Curtidores en contra de Pumas, donde por cierto estuvo presente Hugo Sánchez, quien para muchos es el mejor jugador en la historia del futbol mexicano.
“Hace muchos años vivía yo en Colima, me tocó venir a un partido de Pumas contra Curtidores, en esa época jugaba Hugo Sánchez y Luis Flores, ganó Pumas con dos goles de cada uno”, relató.
“Tengo bicicletas y monedas antigüas, para preservar la historia nada más porque ese es el verdadero valor y es incalculable”, finalizó el coleccionista.
